Al menos 29 personas murieron y 61 resultaron heridas en un atentado suicida perpetrado este viernes contra un mitin político en Kabul, reivindicado por el grupo islamista Estado Islámico, el primero tras la firma del histórico acuerdo entre talibanes y Estados Unidos.
«Dos hermanos atacaron una reunión de apóstatas en Kabul con ametralladoras, granadas de mano y lanzagranadas», explicó el comunicado del EI. Los disparos se realizaron desde un obra en construcción próxima al evento, declaró el vocero del ministerio Nasrat Rahimi, que había dado cuenta con anterioridad de 27 personas fallecidas y 29 heridas.
Se trata del primer atentado en la capital afgana desde la firma del acuerdo entre los talibanes y Estados Unidos, según el ministerio del Interior. Fotos en las redes sociales mostraban cuerpos alineados en el suelo, algunos de ellos con una tela que les cubría el rostro, señal de que se trata de cadáveres.
Talibanes
Los talibanes habían negado cualquier responsabilidad en este ataque contra una ceremonia que conmemoraba la muerte de Abdul Ali Mazari, un político de la minoría hazara, cuyos miembros son mayoritariamente chiitas, en un Afganistán ampliamente sunita. Varios miembros de la élite política estaban presentes, entre ellos el jefe del ejecutivo afgano Abdulá Abdulá, quien dice haber ganado la elección presidencial de septiembre, aunque los resultados no corroboran sus declaraciones.
«Estábamos en medio de la ceremonia cuando de repente se oyeron disparos», contó Mohammad Mohaqiq, el más conocido de los políticos hazara y cercano a Abdulá Abdulá, también a la cadena Tolonews.
El ex presidente Hamid Karzai y el ex primer ministro Salahuddin Rabbani, también presentes, se habían retirado un poco antes, dijo. «Todos los responsables de alto nivel fueron evacuados del lugar», comentó Rahimi.
Asimismo, agregó que las unidades de las fuerzas especiales afganas llevan a cabo operaciones de rastreo en la zona.
Antecedente en 2019
El año pasado, en un ataque reivindicado por el grupo Estado Islámico en esa misma ceremonia se produjeron disparos de mortero que mataron al menos a 11 personas. El incidente ocurre menos de una semana después de la firma de un acuerdo en Doha entre Estados Unidos y los talibanes, que abre la vía a una retirada completa de las tropas extranjeras de Afganistán en 14 meses a cambio de garantías de seguridad.
No obstante, una tregua parcial instaurada a pedido de Washington el 22 de febrero fue levantada el lunes por los talibanes. Desde entonces multiplicaron los ataques contra las fuerzas de seguridad afganas, evidenciando la dificultad de un diálogo entre los insurgentes y el gobierno, otra condición del acuerdo de Doha.
Pese al deterioro de la situación, el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo reiteró este jueves su confianza en los jefes del grupo islamista expulsado del poder en 2001 por Washington por haberse negado a romper con Al Qaeda tras los atentados del 11 de septiembre de ese año.
El principal obstáculo al diálogo interafgano es, actualmente, la liberación de prisioneros prevista en el acuerdo. Puede beneficiar hasta 5.000 rebeldes detenidos por Kabul y 1.000 personas presas en manos de los insurgentes.
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