Al menos 24 víctimas de abusos sexuales por integrantes de la Iglesia católica en Portugal han solicitado en los últimos meses una indemnización a la institución, que la semana pasada aceptó reparar económicamente a los afectados.
La cifra fue avanzada anoche en un comunicado por el grupo Vita, creado en 2023 por la Iglesia lusa para prestar apoyo a las víctimas de abusos sexuales que eran menores de edad o adultos vulnerables en el momento de la agresión.
«Veinticuatro personas solicitaron hasta el momento una reparación financiera, procesos que serán, posteriormente, analizados de acuerdo con los criterios todavía por definir de la Conferencia Episcopal Portuguesa», informó la agrupación.
La Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) aprobó el pasado jueves en su asamblea plenaria el pago de esas compensaciones, pero no habló de números y se limitó a decir que las víctimas podrán pedirlas entre junio y diciembre de 2024.
Este anuncio se produjo meses después de que varias víctimas de la Iglesia exigieran una compensación económica, independientemente de que sus casos avanzaran a nivel judicial, ya que muchos han prescrito.
Sobre este tema, el Grupo Vita defendió «un estudio caso a caso, teniendo en cuenta aquello que décadas de investigación científica han demostrado relativamente a que el daño psíquico en situaciones traumáticas es influido por diversas variables».
Por otra parte, la agrupación informó de que, desde que entró en funcionamiento en mayo de 2023, ha sido contactada por 89 personas que fueron víctimas de abusos sexuales, que han sido encaminadas en su mayoría «a un proceso de acompañamiento psicológico o psiquiátrico regular».
Los datos de Vita se suman a otro informe realizado por expertos a petición de la CEP publicado en febrero de 2023, que reveló que en el país hay al menos 4.800 víctimas de pederastia desde 1950