Las lluvias torrenciales que golpearon sobre todo el norte y oeste de Ruanda en la noche del 2 al 3 de mayo causaron la muerte de al menos 131 personas y el desplazamiento de otras 9.231, informó hoy el Ministerio de Gestión de Emergencias (Minema) del país.
«La destrucción fue enorme. De momento, 5.598 casas fueron destruidas y esperamos que muchas más se derrumben, tal como estamos viendo, debido a los daños provocados por las inundaciones y los deslizamientos de tierra», dijo en declaraciones televisadas el secretario permanente del Minema, Habinshuti Philippe.
De acuerdo a los datos facilitados a EFE por ese ministerio, el número de heridos ascendió a 94, mientras 14 carreteras nacionales, 8 plantas de tratamiento de agua, 12 centrales eléctricas, 50 escuelas y 2.000 hectáreas de cultivo se vieron dañadas.
Además, según explicó a EFE este viernes François Habitegeko, el gobernador de la provincia Occidental, la zona más afectada, al menos 22 instalaciones sanitarias sufrieron también graves daños.
«El reasentamiento de los afectados, así como una evaluación para determinar el apoyo particular que necesita cada familia, están en curso», aseguró Philippe.
«Aquellos que vivían en viviendas alquiladas, están recibiendo apoyo para alquilar, mientras aquellos cuyas propias casas resultaron destruidas también están siendo apoyados para encontrar residencias dignas», añadió.
El Gobierno calcula que necesitará alrededor de 110.000 millones de francos ruandeses (unos 88 millones de euros) para reparar las infraestructuras destruidas y dañadas, señaló el sábado el ministro de Infraestructuras, Ernest Nsabimana.
La temporada de lluvias supone un peligro en un país con tantas laderas como Ruanda. En el país la mayoría de ellas están habitadas y las usan como terreno de cultivo.
Ese riesgo es mayor este mes de mayo, cuando la Agencia de Meteorología de Ruanda ha advertido de que las lluvias superarán ligeramente los niveles habituales en muchas partes del país.
Recientemente, el Minema anunció que, desde el pasado enero al 20 de abril, desastres naturales similares causaron la muerte de 60 personas, destruyeron más de 1.205 viviendas y dañaron 2.000 hectáreas de terreno en todo el país.
En los últimos cuatro meses, 158 personas resultaron heridas, 44 escuelas destruidas, 12 carreteras destrozadas y las lluvias dañaron 91 puentes en Ruanda.
Según las estadísticas, Ruanda pierde 200.000 millones de francos ruandeses al año (más de 163 millones de euros) a causa de las catástrofes naturales.