Habitantes en la ciudad de Rafah, en el sur de la franja de Gaza, se mostraron desesperados el lunes cuando Israel comenzó a lanzar octavillas exigiéndoles desalojar por su propia «seguridad» antes del inicio de una operación militar «limitada».
El Ejército israelí aseguró que pidió evacuar a las familias palestinas en el este de Rafah, antes de lanzar un asalto terrestre en esta ciudad fronteriza con Egipto.
Los residentes de Rafah relataron que al salir a la calles, tras una noche aterradora en la que se llevaron a cabo una docena de ataques aéreos en la ciudad, encontraron octavillas que caían del cielo ordenándoles «evacuar inmediatamente».
«El Ejército está trabajando intensamente contra las fuerzas terroristas cercanas a ustedes», se lee en uno de los panfletos que circulaban en el este de Rafah.
«Por su seguridad, evacue inmediatamente hacia las zonas humanitarias ampliadas de al Mawasi», anuncia, junto a un mapa que indica la localización en el norte de Rafah.
Osama al Kahlut, de la Media Luna Roja palestina en Gaza, declaró a la AFP que las áreas designadas para la evacuación acogen actualmente a unas 250.000 personas, muchas de las cuales ya han sido desplazadas desde otras áreas en la franja de Gaza.
«El proceso de evacuación ha comenzado, pero de forma limitada», añadió.
Tras ser preguntado sobre cuántos individuos deben ser evacuados, un portavoz militar israelí aseguró que «la estimación es de unas 100.000 personas».
La Organización Mundial de la Salud estima que alrededor de 1,2 millones de personas viven en Rafah, la mayoría desplazadas durante los siete meses de conflicto entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás.
Soldados israelíes muertos
Bajo la lluvia, algunos de estos refugiados en Rafah afirmaron que comenzaron a recoger sus enseres de las tiendas abarrotadas y se prepararon para salir incluso antes de que llegara la orden de evacuación de Israel.
«Pase lo que pase, mi tienda está lista», dijo un residente a la AFP.
En cambio, otros aseguran que el área a la que les indicaron huir se encontraba hacinada, y no confiaban que fuera segura.
Abdul Rahman Abu Jazar, de 36 años de edad, indicó que él y 12 miembros de su familia se encontraban en el área de evacuación designada, pero no tiene suficiente espacio para poner la tienda porque «se encuentra llena de desplazados».
«¿Adónde podemos ir?, no sabemos», afirmó.
«Igualmente, no hay hospitales y está lejos de los servicios que muchos necesitan», indicó y añadió que un miembro de su familia dependía de diálisis en el hospital Al Najar, en el área de Rafah bajo orden de evacuación.
«¿Cómo nos ocuparemos de ella después de esto? ¿Deberíamos verla morir sin poder hacer nada?», declaró.
Un portavoz militar israelí señaló a la prensa que la evacuación es para desmantelar Hamás.
El domingo, cuatro soldados israelíes murieron y otros resultaron heridos, anunció el Ejército, en un ataque en el cruce fronterizo de Kerem Shalom entre Israel y Gaza, lanzado desde un área adyacente a Rafah, indicó.
«Ningún plan humanitario creíble»
Organizaciones de ayuda internacionales alzaron la voz de alarma ante la invasión de Rafah.
«Desde la perspectiva humanitaria, no existe ningún plan humanitario creíble para un ataque en Rafah», afirmó Bushra Khalidi, directora de Oxfam en los territorios palestinos.
Esta se pregunta además irán los desplazados «cuando la mayoría de sus alrededores hayan quedado reducidos a muerte y escombros».
El conflicto entre Hamás e Israel comenzó el 7 de octubre, cuando comandantes islamistas lanzaron un asalto en el sur de Israel en el que murieron 1.170 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250, según un balance de la AFP basado en datos israelíes.
Israel estima que 128 personas permanecen cautivas en Gaza y que 35 han muerto hasta ahora.
La ofensiva de represalia lanzada por Israel ya ha dejado 34.683 muertos en Gaza, también civiles en su mayoría, según el Ministerio de Salud del territorio palestino gobernado por Hamás.