Un tribunal francés absolvió este lunes a la aerolínea Air France y al fabricante Airbus de los cargos de homicidio involuntario por el trágico accidente del vuelo 447 en junio de 2009.
El Airbus A330 operado por Air France, que cubría la ruta entre Río de Janeiro y París, se precipitó sobre el Océano Atlántico durante una tormenta, en un siniestro en el que murieron las 228 personas que iban a bordo de la aeronave.
El tribunal alegó que, incluso si las compañías hubieran cometido errores, no es posible probar un vínculo causal entre estos y el accidente.
Un golpe para las familias
Los familiares de las víctimas expresaron su malestar por la absolución, y algunos de ellos se mostraron aturdidos tras la lectura del veredicto al final de un largo juicio público.
Danièle Lamy, presidenta de la asociación que representa a las víctimas, declaró que las familias estaban disgustadas porque su larga lucha por hacer justicia había quedado en nada.
«Todo lo que queda tras estos 14 años de espera es desesperación, consternación e ira», afirmó Lamy.
Claire Durousseau, cuya sobrina murió en el accidente, aseguró que el veredicto es un duro golpe para los que no están: «Nuestros seres queridos han muerto por segunda vez. Me pone enferma».
Visiblemente afectada, Ophélie Toulliou, quien perdió a su hermano en el accidente, compartió con la prensa su sensación de injusticia y de incormprensión. «Para mí, esto no tiene sentido», dijo.
Las víctimas, 12 miembros de la tripulación y los 216 pasajeros a bordo del vuelo, procedían de 33 países diferentes.
El juicio ha sido el primero celebrado en Francia contra corporaciones por homicidio involuntario.
Air France y Airbus siempre negaron los cargos, por los que les reclamaban una multa máxima de 225.000 euros (US$247.000).
Error humano en una situación límite
Las empresas alegaron que el accidente se produjo por un error del piloto.
La investigación reveló que el avión se vio inmerso en una tormenta eléctrica a gran altura horas después de partir de Río de Janeiro.
Cuando los sensores de velocidad del aire se congelaron y ofrecieron lecturas falsas, los pilotos no siguieron el procedimiento correcto y perdieron el control de la aeronave, que se precipitó sobre el océano.
El juez reconoció que hubo varios actos de negligencia por parte de ambas compañías, pero descartó que hubiera certeza suficiente para responsabilizar a Airbus y Air France por el accidente.
«Un vínculo causal probable no es suficiente para caracterizar un delito», indicó la jueza en su declaración ante una sala de audiencias abarrotada.
Air France expresó su más sentido pésame a los familiares y Airbus reafirmó su compromiso total en materia de seguridad aérea.
El accidente del vuelo AF447 ha sido el más mortífero en la historia de la aviación francesa.
El avión se estrelló contra el mar desde una altura de 38.000 pies (11.580 metros) y su armazón fue descubierto después de una larga búsqueda a lo largo de 10.000 kilómetros cuadrados de fondo marino.
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