Decenas de familias recibieron emocionadas y con alivio a sus hijos adolescentes, llegados este domingo a Argentina en el primer grupo de repatriados de Israel, en un vuelo en el que también viajaron los profesores que les acompañaron en medio del conflicto con el movimiento islamista Hamás.
«Han sido días tensos, de incertidumbre. Lo vivimos con mucho miedo (…) Es un shock muy grande», dijo a la AFP Hernán Fray, que esperaba a su hija Karen, de 15 años.
«Vinimos a buscarla para que reciba todo este amor que tratamos de transmitirle remotamente con la tecnología», agregó.
Los aplausos estallaron apenas tocó tierra en el aeropuerto de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires, el avión de la aerolínea estatal que los trajo desde Roma. Y al descender, muchos corrieron a abrazar a los familiares que aguardaban por ellos con pancartas de bienvenida y banderas argentinas.
A lo largo de la semana, habían sido trasladados desde Tel Aviv hasta la capital italiana en aviones de la Fuerza Aérea argentina, en un operativo del gobierno.
«Hemos estado muy angustiados», resumió Guillermo Bagaci. «Mi hija es muy chica, tiene 14 años apenas. Quizás tomó consciencia de lo que pasaba solo a medias. Tengo sensación de alivio».
El primer grupo llegado este domingo fue de 246 personas, de las cuales 120 son jóvenes que cumplían un viaje de estudios. Hasta ahora, un total de 1.500 argentinos han pedido ser repatriados.
«Agradecer a Dios»
«Voy a abrazarlos y a agradecer a Dios que están acá y están bien. Voy a pedir porque pase pronto lo que ocurre en Israel porque no se merecen esta situación», indicó Claudio Peña, quien tenía en Israel a dos de sus hijos.
Las familias vitorearon a su llegada a los profesores que acompañaron a sus hijos en el viaje, e incluso hiceron fila para abrazar a uno de ellos.
«Siento alegría, felicidad, emoción. Vinimos con unas expectativas y tuvimos otras. Gracias a Dios tuvimos la suerte de que no nos pasó nada a nosotros. Estuvimos muy bien cuidados. Hacíamos actividades para distraernos», refirió Coni, de 15 años, ya junto a su padre.
«Estábamos todo el tiempo en un lugar. Sonaban las sirenas, dos veces nos metimos en el refugio. Pero ahora sentimos felicidad todos porque estamos acá. Teníamos miedo de quedarnos más días, de estar ahí. Fue pura emoción cuando vi a mi papá», agregó la joven que se reservó su apellido.
A los viajeros también los recibió en el aeropuerto el canciller Santiago Cafiero.
El conflicto entre el movimiento islamista Hamás e Israel ha dejado miles de muertos israelíes, palestinos y extranjeros, y cerca de un millón de desplazados en la Franja de Gaza.
La comunidad judía de Argentina agrupa a más de 250.000 personas y es la más numerosa de América Latina.
En 1994 el centro judío AMIA en Buenos Aires sufrió un atentado que causó 85 muertes y 300 heridos. Dos años antes un ataque contra la sede de la embajada de Israel provocó 29 muertos y 200 heridos.