El representante especial de Donald Trump para Venezuela, Elliott Abrams, afirmó este viernes que las elecciones parlamentarias no bastan para acabar con la crisis de Venezuela y que la salida radica en un gobierno de transición que lleve a unas elecciones presidenciales.
«Vemos un sendero en un gobierno de transición hacia elecciones libres y elecciones presidenciales porque las elecciones parlamentarias no son suficientes para salir de la crisis. No confiamos en unas elecciones bajo el régimen de Nicolás Maduro», señaló Abrams en un foro en Miami.
El representante especial del presidente Trump debatió junto a expertos y políticos la situación de Cuba y Venezuela en la conferencia Estado del Mundo 2020, que se celebró en la Universidad Internacional de Florida.
Sanciones
Este jueves Abrams anunció que la próxima semana el gobierno de Estados Unidos va a presentar nuevas medidas contra el régimen de Maduro. Aunque no especificó en qué consistirán, dijo que están barajando sanciones que «serían útiles para atacar no al pueblo, sino al régimen venezolano y su dinero».
Sin embargo, expertos como el director del Centro Latinoamericano y Cubano Kimberly Green, Frank Mora, aseguró que para que haya un cambio debe «haber un proceso nacional interno y evidencias de que estas sanciones económicas resultan efectivas y cómo repercuten en la población».
Una vez que los medios le preguntaron, Abrams indicó que «la condición de pobreza del pueblo no es consecuencia de las sanciones, es el resultado de veinte años de este régimen».
Presupuesto
Añadió que Estados Unidos ha otorgado 254 millones de dólares para ayudar al pueblo venezolano, y el Congreso planea presupuestar 400 millones de dólares más.
Además, pidió la solidaridad de la comunidad internacional para seguir presionando al país en pro de un cambio interno, y aplaudió unas declaraciones del alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, el español Josep Borrell.
El alto funcionario europeo señaló este jueves que la UE no considera legítima la elección del diputado Luis Parra como presidente de la Asamblea Nacional y amenazó con «medidas específicas contra las personas involucradas».
Cuba como origen del problema
El encuentro de este viernes contó con una primera sesión sobre Cuba, en la que participaron el ex congresista cubano-estadounidense Lincoln Díaz-Balart; la coordinadora de la iniciativa ciudadana Cuba Decide, Rosa María Payá; la directora ejecutiva del proyecto Archivo Cuba, María Werlau, y el ex ministro de Defensa de Bolivia, Carlos Sánchez Berzaín.
Organizado por el proyecto Initiative for Democratic and Economic Alternatives, IDEAS, para Cuba, de FIU, y moderado por Martin Palous, director del programa Vaclav Havel para los Derechos Humanos y la Democracia de esa casa de estudios, el panel debatió las alternativas de política exterior de Estados Unidos para el futuro de Cuba.
Los participantes convinieron en que el régimen cubano es «una raíz fundamental de lo que ocurre en Venezuela». Asimismo, Sánchez Berzaín dijo que para solucionar el problema, la comunidad internacional debe aplicar la Convención de Palermo a «criminales de las dictaduras castrochavistas».
«El origen del problema es Cuba. Es el gran jefe del crimen organizado transnacional en las Américas que con cara de política oprime a los pueblos de Cuba, Venezuela, Nicaragua y lo hacía en Bolivia», declaró Sánchez.
Abrams: Irán, hermano de Venezuela
En el panel titulado «Venezuela: ¿qué hacer?», además de Abrams, participaron los académicos Astrid Arraras, Jason Marczak, Brian Fonseca y Frank Mora, así como Luis Guillermo Solís Rivera, este último ex presidente de Costa Rica.
Abrams advirtió posteriormente en una rueda de prensa sobre la reciente visita de Diosdado Cabello a la Embajada de Irán para dar sus condolencias por el asesinato del general Qasem Soleimani, que murió en un ataque de Estados Unidos en Bagdad.
«El régimen de Maduro e Irán son hermanos y no es sorprendente que Diosdado haya ido a la embajada. Aunque hoy en día la presencia iraní en Venezuela no es muy grande», comentó Abrams.
El papel que puede tener Irán «es menos importante que el de Rusia o Cuba», dijo. Además, mencionó que no cree que «vaya a aumentar su presencia, debido a que sería un error para el régimen, y Estados Unidos no lo va a permitir».