José Ábalos, ministro de Transporte de España, desautorizó al agente de la policía que le advirtió a Delcy Rodríguez que no podía descender del avión en el que aterrizó en el aeropuerto de Barajas, en Madrid.
Fuentes relacionadas con el caso dijeron a La Razón que tanto Rodríguez como el titular de Turismo del régimen venezolano, Félix Plasencia, permanecieron en la aeronave hasta que llegó Ábalos.
Junto con el ministro español, la vicepresidente del régimen y los otros cinco que viajaban en el avión descendieron de la aeronave y se trasladaron a la sala VIP del aeropuerto.
Una vez allí, estuvieron reunidos alrededor de hora y media. Ábalos se retiró luego del aeropuerto y los funcionarios venezolanos permanecieron otras seis horas y medias en la sala VIP de Barajas.
Finalmente, solo Plasencia se quedó en Madrid. Rodríguez y compañía continuaron su viaje hacia Catar.
Trato privilegiado
El pasaporte de la vicepresidente del régimen no fue sellado a fin de evitar que se conociera su estadía en el país europeo, y a su vez las sanciones de la UE, comentaron las fuentes.
También dijeron que, aunque Rodríguez y compañía no tuvieron comidas especiales en la sala VIP, recibieron un trato privilegiado.
A cualquier otro pasajero con sanciones similares a la funcionaria chavista, la habrían trasladado a la zona de rechazo habilitada en la parte internacional del aeropuerto.
Y, de ser posible, la habrían devuelto en el mismo avión que llegó a Madrid o la habrían obligado a tomar el primer vuelo comercial con destino a Caracas.
Hasta ahora, el ministro español reconoció que se reunió con Rodríguez por órdenes de su homólogo de Interior. Sin embargo, descartó que se hayan violado las normas de la Unión Europea por su acción.
El Partido Popular de España pidió explicaciones al gobierno de Pedro Sánchez y lo exhortó a destituir a Ábalos. No obstante, el Ejecutivo no se ha pronunciado al respecto y el también dirigente del PSOE continúa a la cabeza de Transportes.
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