Cuando se escribe en el buscador de Google el nombre de la heredera Clare Bronfman aparecen resultados contradictorios. En el lado derecho de la pantalla se ve una palabra sola debajo del nombre de la canadiense: «filántropa». Y si uno quiere tener la definición exacta de lo que significa esa palabra se encuentra con: «El término filantropía designa, en general, el amor por la especie humana y a todo lo que a la humanidad respecta, expresada en la ayuda desinteresada a los demás».
Pero regresando a la contradicción, al buscar a Clare las noticias que aparecen en el centro del buscador son impactantes y todo lo opuesto a esa definición. Y es que la heredera del imperio canadiense de destilerías Seagram tendrá que pasar los próximos seis años y nueve meses en la cárcel por financiar una de las sectas sexuales que más ruido ha hecho en los últimos años, en parte por haber contado con el patrocinio de millonarios y de famosos. Es el caso de la secta Nxivm y de su líder, y depredador sexual: Keith Raniere.
A hoy, Clare Bronfman es la primera de muchos en ser sentenciada por los crímenes que cometió en pos de los objetivos de Nxivm.»Si bien su destino no elimina de ninguna manera el trauma que probablemente seguirán sufriendo las víctimas de Nxivm, sí destaca los esfuerzos del gobierno para llevar ante la justicia a todos los involucrados en una serie de actos ilegales cometidos en beneficio de esta organización», aseguró el responsable del caso por parte del FBI, William Sweeney.
El juez del distrito Este de Nueva York, Nicholas Garaufis, dictó la sentencia contra Bronfman. Considerada la directora de operaciones de la organización, se la declaró culpable de «conspiración por ocultar y albergar a extranjeros con fines de lucro y uso fraudulento de información de identificación personal», según comunicado de la Fiscalía.
Bronfman, de 41 años de edad, era parte de una trama en la que sus líderes están acusados de conspirar para cometer robo de identidad, blanqueo de dinero, tráfico sexual, extorsión y posesión de pornografía infantil. Entre las personalidades que formaban parte de Nxivm destacan, además de Bronfman, su fundador, Keith Raniere, y la actriz Allison Mack, de la serie de televisión Smallville.
La defensa aseguró que aunque Bronfman se declaró culpable de dos delitos, ignoraba los abusos sexuales perpetrados por Raniere a través de una organización criminal paralela a Nxivm, «DOS», que contaba con «amas» y «esclavas».
Y es que el líder de la secta, Raniere, tras ser arrestado en una lujosa villa en el balneario mexicano de Puerto Vallarta en marzo de 2018, fue declarado culpable hace un año de tráfico sexual, extorsión, delincuencia organizada, amenazas y abuso a menores por un jurado de Nueva York.Durante años mantuvo un harén con unas 15 a 20 esclavas sexuales, una de ellas de 15 años de edad.
Algunas de las víctimas fueron marcadas a fuego con un símbolo que representaba sus iniciales. Bronfman afirma que solo conocía los cursos de autoayuda de la organización, que ella misma siguió durante años para superar sus inhibiciones. Hasta el final se negó a condenar a Raniere.
«Durante mis varios años en Nxivm comencé a apreciar la vida, a sentirme aceptada, amada, feliz. Muchos miembros de esta comunidad se tornaron un poco mi familia, y no puedo dar la espalda a esas amistades ni negar el profundo impacto que Keith y Nxivm tuvieron en mi vida», escribió Bronfman al juez Nicholas Garaufis en agosto.
Este rechazo a renegar de su gurú, que no ha mostrado ningún remordimiento, sin duda contribuyó a alargar su sentencia.