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81 apátridas nicaragüenses han solicitado ya la nacionalidad española

por Avatar EFE

El gobierno español ha recibido por el momento la solicitud de nacionalidad de 81 de los nicaragüenses expulsados del país por el gobierno del presidente Daniel Ortega.

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, informó a EFE de ese número de peticiones para acogerse al ofrecimiento español, extensivo a todas las personas afectadas hasta ahora, más de 300 nicaragüenses, y que lo pudieran estar en el futuro por esa pena «infamante e infame».

Antes de partir hacia Santo Domingo para participar en la XXVIII Cumbre Iberoamericana, Albares firmó el documento que permitirá a los apátridas obtener la nacionalidad española «por carta de naturaleza», la vía más rápida para lograrlo, sin necesidad de cumplir los requisitos de origen, opción o residencia.

El ministro insistió en que la oferta del gobierno español se dirige a todos los nicaragüenses que estén o puedan estar en esa situación «absolutamente sin sentido».

Aunque estas personas decidan quedarse en otros países centroamericanos o Estados Unidos y no vayan a trasladarse a España, dejó claro Albares, «eso no será óbice para que la nacionalidad española les cubra y les proteja».

En cuanto a quienes tuvieron que salir del país prácticamente «de la noche a la mañana» y tienen medios para desplazarse a España, si así lo desean, el ministro aseguró que el gobierno les va a ayudar a viajar y a «iniciar una nueva vida aquí tanto tiempo como sea necesario».

El pasado 9 de febrero, las autoridades nicaragüenses expulsaron a Estados Unidos a un grupo de 222 presos por «traidores a la patria», incluidas siete personas que intentaron disputar en los comicios la presidencia del país a Ortega el pasado año y cinco sacerdotes, que fueron inhabilitados de por vida para ejercer cargos públicos o de elección.

Además, el día 15, otros 94 nicaragüenses, entre ellos religiosos, diplomáticos, exfuncionarios de Estado, defensores de derechos humanos, disidentes sandinistas, opositores, periodistas, académicos, estudiantes, empresarios y comerciantes, fueron despojados de su nacionalidad.

Entre los afectados sobresalen los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli y el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, entre otros.