Un total de 79 países, entre ellos numerosos latinoamericanos, firmaron este viernes una declaración conjunta de apoyo a la Corte Penal Internacional (CPI), luego que el organismo sufriera ataques por el gobierno estadounidense de Donald Trump.
«Hoy en día, la Corte se enfrenta a desafíos sin precedentes: se han adoptado medidas de sanción a la corte y sus funcionarios, así como los que cooperen con ella, en respuesta a que la Corte lleva a cabo su mandato de acuerdo con el Estatuto de Roma», reza la declaración.
Sin embargo, no se menciona por su nombre al gobierno estadounidense ni a su presidente Donald Trump, que firmó el jueves la orden ejecutiva para anunciar restricciones financieras.
Las órdenes incluyen además restricciones en la obtención de visados para viajar a Estados Unidos (donde está la sede central de la ONU) a individuos de la CPI y sus familiares, cuando colaboren en investigaciones del tribunal contra ciudadanos estadounidenses o aliados de Washington.
Venezuela no firmó la declaración
«Esas medidas acrecientan los riesgos de impunidad para los crímenes más graves y amenazan con erosionar el imperio de la ley internacional; más incluso, las sanciones pueden poner en peligro la confidencialidad de informaciones delicadas y la seguridad de los afectados, incluyendo víctimas, testigos y miembros de la Corte», dice la declaración conjunta.
«Lamentamos todo intento de socavar la independencia de la Corte, su integridad y su imparcialidad, subrayamos su papel insustituible para acabar con la impunidad, promover el imperio de la ley fomentar el derecho duradero por los derechos humanos», agrega.
La mayoría de países latinoamericanos firma la declaración, pero faltan Argentina, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Paraguay o El Salvador.
Entre los firmantes de la declaración también hay países europeos como España, Alemania, Francia, Reino Unido, Polonia u Holanda, también están aliados de EE UU como Canadá. Faltan numerosos países africanos o asiáticos cercanos a Rusia.
Al firmar su orden ejecutiva el jueves, Trump subrayó que la CPI ha emprendido acciones ilegítimas e infundadas contra Estados Unidos e Israel, definido como un aliado estrecho.
Añadió que abusó aún más de su poder al emitir órdenes de arresto infundadas contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Galant.