Al menos 522 personas que fueron secuestradas por la hoy desmovilizada guerrilla de las FARC murieron en cautiverio. La información la dio a conocer este lunes la Procuraduría de Colombia, durante una audiencia en la Justicia Especial de Paz.
A la audiencia comparecieron 11 ex líderes de las FARC. Fernando Carrillo, procurador general, les pidió que dieran todos los datos para conocer qué sucedió con los secuestrados.
«La verdadera reparación a las víctimas de más de cinco décadas de guerra exige que las familias sepan la verdad de lo ocurrido tras esa práctica macabra de financiamiento a través del secuestro», afirmó Carrillo.
Dijo que los comparecientes de las FARC, en sus declaraciones ante la JEP, «no se pueden quedar en simples relatos de casos».
«Estamos hablando de familias que tienen derecho a saber y a preservar la memoria. La reparación exige un esfuerzo conjunto para la recuperación de sus restos», subrayó el procurador.
La Procuraduría considera fundamental que aporten la verdad detallada sobre lo que ocurrió con las víctimas que murieron mientras estaban secuestradas. Además, que esclarezcan las motivaciones que existieron y «las condiciones de tiempo, modo y lugar del secuestro de estas víctimas y las circunstancias de su muerte».
Informe
Carrillo hizo énfasis en la necesidad de «aportar verdad plena, reparar a las víctimas y garantizar la no repetición».
«Aportar verdad plena significa relatar, cuando se disponga de los elementos para ello, de manera exhaustiva y detallada las conductas cometidas y las circunstancias de su comisión. Así como las informaciones necesarias y suficientes para atribuir responsabilidades, para así garantizar la satisfacción de los derechos de las víctimas», señala el informe de la Procuraduría.
El Ministerio Público colombiano contrastó las bases de datos sobre secuestrados del grupo antisecuestro de la Policía y el Ejército, la Fiscalía, el desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad y las organizaciones País Libre y Fondo de Libertad.
Durante la audiencia, Rodrigo Londoño, presidente del partido FARC, conocido como «Timochenko», reconoció la «responsabilidad colectiva, ética y política» por los secuestros cometidos.