Más de 30 personas murieron y decenas resultaron heridas en una estampida ocurrida este martes, durante el funeral de Qasem Soleimaní en la ciudad de Kerman, en el sur de Irán.
El director de la Organización de Emergencias, Pir Hosein Kolivand, que no ofreció una cifra de víctimas, dijo que la tragedia se debió a la afluencia masiva de ciudadanos a las exequias en Kerman.
Said Namakí, ministro de Salud, se trasladó a Kerman para supervisar y dirigir las labores de emergencia.
Decenas de miles de personas se reunieron en la plaza Azadí de Kerman y sus alrededores para rendir homenaje a Soleimaní.
Qasem fue asesinado el pasado viernes en un bombardeo selectivo de Estados Unidos en Bagdad.
En el funeral, el líder de la Guardia Revolucionaria Iraní, Hossein Salami, amenazó con prender fuego a los sitios que tengan relación con Estados Unidos, mientras la multitud gritaba: «¡Muerte a Israel!».
Los actos fúnebres suponen un homenaje al que es considerado por los iraníes un héroe nacional por su labor en la Fuerza Quds, el cuerpo expedicionario de la Guardia Revolucionaria.
Conflicto con Estados Unidos
Estados Unidos acusó a Soleimani de la muerte de soldados estadounidenses en Irak además de planificar nuevos ataques.
Su asesinato ya llevó a Teherán a abandonar las restricciones que aún quedaban del acuerdo nuclear de 2015, firmado con potencias extranjeras.
El sucesor de Soleimani y otras personas destacadas prometieron venganza.
Israel: un viejo enemigo de Irán
Irán ha planificado 13 planes distintos para tomar represalias por el asesinato de Soleimani, de acuerdo con la prensa de la república musulmana.
Ali Shamkhani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, afirmó que el más suave de los planes supondría una «pesadilla histórica» para Estados Unidos.
«Si las tropas estadounidenses no dejan nuestra región erguida y de forma voluntaria, haremos algo para sacar sus cuerpos en horizontal», dijo Shamkhani.
La Administración Marítima de Estados Unidos emitió una advertencia a los barcos en todo Oriente Medio tras las amenazas por la muerte de Soleimani.