El banco estadounidense JPMorgan Chase pagará 290 millones de dólares a presuntas víctimas del fallecido financista Jeffrey Epstein, acusado de explotación sexual de menores deedad, tras un acuerdo anunciado el lunes que le evita un juicio mediático de alto impacto.
La suma, reportada inicialmente por el Wall Street Journal, la confirmó a la AFP uno de los abogados de las víctimas, David Boies.
«Las partes creen que este acuerdo es lo mejor para todos. En particular para las víctimas que sobrevivieron a los horribles abusos del señor Epstein», señaló un comunicado conjunto.
La demanda colectiva, iniciada en 2022 por una mujer cuya identidad no ha sido revelada, acusaba a JPMorgan Chase de haber facilitado las acciones de Jeffrey Epstein al permitirle financiar sus actividades. Las acusaciones fueron negadas por el banco.
Jeffrey Epstein fue sentenciado a 13 meses de prisión en 2008 por llevar a adolescentes para ejercer la prostitución con gente de su círculo en Florida (sureste de Estados Unidos), detalló un acuerdo secreto con un fiscal local que le permitió escapar del enjuiciamiento a escala federal.
Acusado y detenido en 2019 por organizar durante años una red formada por decenas de jóvenes bajo su influencia y con las que mantenía relaciones sexuales en sus numerosas propiedades, se suicidó en prisión unas semanas después antes de ir a juicio.
«Acuerdos históricos»
El acuerdo financiero anunciado este lunes llega tras una primera negociación exitosa, a mediados de mayo, con el Banco alemán Deutsche Bank.
Entonces se anunció que el Deutsche Bank pagaría 75 millones de dólares para resolver un litigio en el que se le acusó de beneficiarse al apoyar el esquema de tráfico sexual del difunto magnate.
Los defensores de las víctimas esgrimieron que la institución alemana había permitido que el presunto depredador sexual siguiera activo gracias a los servicios financieros que le había brindado desde 2013.
Ese acuerdo implicaba a un acusado no identificado tras una demanda colectiva presentada en noviembre de 2022 por una mujer sin identificar, aparentemente la misma del caso del JPMorgan.
«Estos acuerdos son históricos y cambiarán la vida de las sobrevivientes», dijo Sigrid McCawley, una de las abogadas de la presunta víctima.
«Al dinero qu, durante demasiado tiempo fluyó entre la red de prostitución de Jeffrey Epstein y los principales bancos de Wall Street, ahora se le está dando un buen uso».
Según McCawley, estas decisiones «señalan que las instituciones financieras tienen un papel importante que desempeñar para identificar y detener el tráfico sexual».
Trama intrincada
Esta resolución amistosa salva al banco de una demanda civil que probablemente habría ocupado buen espacio en la escena mediática y podía haber asociado, con razón o sin ella, la imagen del JPMorgan Chase a la de Jeffrey Epstein.
El anuncio se hizo el día del fallo del juez federal Jed Rakoff, que permitió que la demanda se clasificara como una acción de clase, lo cual significa que habría estado abierta a todas las supuestas víctimas de abusos cometidos por Jeffrey Epstein.
El caso había llegado incluso al emblemático consejero delegado del banco, Jamie Dimon, que debió comparecer largamente en mayo como testigo, aunque no está implicado directamente en el expediente.
Los abogados de la presunta víctima habían solicitado que el alto ejecutivo prestara testimonio nuevamente.
Un exejecutivo de JPMorgan Chase, James «Jes» Staley, está en el centro de la relación del banco con Jeffrey Epstein, de quien era amigo.
El hombre, que ofició como jefe de las actividades de banca privada del grupo (ente destinado a clientes adinerados e institucionales), dejó el banco en 2013 y afirmó que había mencionado el caso de Jeffrey Epstein a Jamie Dimon, pero este último lo ha negado. JPMorgan Chase lo demandó ante un tribunal civil.
«Cualquier asociación con él (Epstein) fue un error y lo lamentamos», subrayó el banco JPMorgan en un comunicado enviado a la AFP. «Nunca hubiéramos continuado nuestra relación con él si hubiéramos pensado que estaba usando nuestro banco para facilitar atroces delitos».
JPMorgan también es objeto de una acción legal del gobierno de las Islas Vírgenes de Estados Unidos, en el Caribe, que lo acusa igualmente de haber proporcionado servicios bancarios a Epstein que le permitieron sostener su red de prostitución.