La mañana del 11 de septiembre de 2001 es dificil de olvidar, pues de alguna forma toda persona del mundo se enteraba de que un ataque terrorista estaba impactando uno de los lugares emblemáticos de la ciudad de Nueva York, las Torres Gemelas.
Las imágenes de los noticieros en «Última Hora», mostraban como dos aviones comerciales se estrellaban contra estos grandes edificios y nadie sabía por qué o quiénes se habían atrevido a perpetrar tal atentado.
Más adelante, fue posible conocer que 19 hombres habían sido los que secuestraron cuatro aviones comerciales estadounidenses cargados de combustible, los cuales se dirigían a varios destinos de la costa oeste.
Nueva York, Washington y Shanksville, Pensilvania, sumaban 2.977 fallecidas tras los ataques del 11 de Septiembre, que según los medios y las autoridades habían sido dirigidos por el líder de al Qaeda, Osama bin Laden.
De acuerdo con informes posteriores, se pudo determinar que la mayoría de los fallecidos eran bomberos de Nueva York, 23 policías y 37 agentes de la Autoridad Portuaria, al igual que pudo analizarse que las víctimas tenían entre los 2 y los 85 años de edad, dando como resultado que casi 80% eran hombres.
El reconocimiento de restos de víctimas hasta 2019 se contaba en 60%, según la oficina del médico forense. Para esto y otras ayudas que recibieron los familiares se creó el Fondo de Compensación para Víctimas, en el que se recibieron alrededor de 7.408 solicitudes para reclamos de muerte y daños personales, de los cuales se indeminizaron 5.560.
En cuanto al impacto económico que tuvo el atentado terrorista del 11 de Septiembre, se ha estimado que durante las primeras semanas después del hecho hubo pérdidas de alrededor de 123 millones de dólares, puesto que esto no solo significaba la caída en el World Trade Center -WTC-, sino incluso el número de vuelos desde y hacia Estados Unidos.
Los daños en el WTC costaron aproximadamente de 60.000 millones de dólares, pues hubo perjuicios en edificios cercanos al atentado e instalaciones del metro.
Además, se creó un paquete antiterrorista de emergencia y una ayuda económica para las aerolíneas, estos dos por un total de 65.000 millones de doláres.
Los errores y lecciones de los atentados del 11 de septiembre de 2001
De acuerdo con el Centro de Estudios Internacionales UC de Chile, uno de los primeros errores que se cometieron luego de los atentados del 11 de Septiembre fue creer que el terrorismo islámico se podía combatir instaurando democracias occidentales en países con otras culturas, tradiciones, religiones y creencias.
Asimismo, invadir Irak. “Si el liderazgo de Bush se reforzó tras el 11-S, la invasión a Irak debilitó su imagen mundial y en parte la de los americanos”, asegura Jorge Sahd, abogado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, además de que Sadam Hussein no patrocinaba el terrorismo islámico, sino que lo combatía indirectamente.
En lo relacionado con las lecciones aprendidas, son aquellas que van hacia lo que hay que recalcar y enseñar a las nuevas generaciones, educarlas para evitar los resentimientos y ataques, que el uso de la fuerza y las amenazas no son el camino, sino siempre buscar acciones diplomáticas para alcanzar compromisos duraderos.
De igual forma, es necesario acomodarse a las nuevas realidades -redes sociales, más acceso a la información, amplio número de migraciones- y evitar lo más posible todo tipo de confrontación.
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