Un total de 15 reclusos de la cárcel de Lusignan, en la región de Demerara, en Guyana, resultaron con heridas de diversa consideración a causa de un incendio premeditado que destruyó por completo una sección del centro penitenciario este domingo.
Medios locales de Guyana informaron que, de los quince reclusos, dos están en el Hospital Público de Georgetown en condición estable, uno a causa de quemaduras en el brazo y el hombro, y el otro por heridas en el abdomen.
La sección del edificio quemada alberga entre 280 y 300 reclusos que han sido desplazados a otra parte de la prisión.
Efectivos del Ejército y la policía se trasladaron al lugar de los hechos para mantener el control de la situación.
La policía de Guyana informó a través de un escueto comunicado que la situación está controlada mientras se trata de restablecer la normalidad en el reclusorio.
El comunicado subraya que no hay información de muertos o fugados del recinto y el incendio, que comenzó alrededor de las 12.45 hora local (16.45 GMT), ya está extinguido.
La información facilitada por la Policía señala que los prisioneros comenzaron a amotinarse después de que funcionarios de prisiones encontraron drogas en las instalaciones del penal.
«Como consecuencia se activó el protocolo de actuación pertinente. Las unidades de seguridad pudieron contener los disturbios y escoltar a la mayoría de los prisioneros a otras partes del presidio», agrega el comunicado.
Después del incendio se desplegaron unidades de la Fuerza de Defensa de Guyana para ayudar a los miembros de la Policía, los Servicios de Bomberos y Prisiones a mantener la seguridad en las instalaciones.
Un helicóptero y varias ambulancias se encuentran actualmente en el lugar junto con los bomberos.