Cerca de 11.000 combatientes de las Fuerzas de Siria Democrática murieron en los combates contra el grupo terrorista Estado Islámico en la ofensiva que concluyó este sábado, anunció Mazloum Kobani, comandante en jefe de las FSD.
En la ofensiva también resultaron heridos 21.000 combatientes de las milicias kurdas apoyadas por la coalición internacional, añadió Kobani en un discurso en la base de las FSD, en el campo de Al Omar, transmitido por televisión.
«Ha sido extremadamente caro. Más de 11.000 líderes y combatientes han muerto, y también civiles. Además de los más de 21.000 heridos. Tenemos que recordar a los héroes y rendir tributo a los mártires», dijo Kobani, en la primera declaración en la que la alianza armada ha reconocido el número de bajas.
La ofensiva de las milicias kurdas permitió proteger a 5 millones de personas y arrebatarle al EI cerca de 52.000 kilómetros cuadrados de terreno, según cifras citadas por el comandante.
Kobani anunció la victoria contra el EI en un discurso ante las tropas de las FSD, que hicieron un desfile en la base para celebrar el final de la campaña contra los yihadistas.
«Ahora, después de cinco años de combates, declaramos la derrota física del Estado Islámico y el fin de su desafío público contra todos los seres humanos», dijo el líder de las FSD.
El comandante aseguró que la lucha de las FSD contra el EI continuará hasta que se alcance la «victoria total» con la eliminación completa de las «células durmientes» del EI, que suponen «una gran amenaza para la región y para todo el mundo».
A continuación, el enviado especial adjunto de Estados Unidos para la coalición internacional, William Roebuck, intervino en la ceremonia y afirmó que la campaña contra el EI «no está acabada».
«El Estado Islámico sigue siendo una amenaza significativa», previno el responsable estadounidense, que afirmó que su país hará «lo necesario para asegurar la derrota» del grupo yihadista.
La ceremonia tuvo lugar en la base de las FSD en el campo petrolero de Al Omar, que está ubicado en el este de Siria, cerca de la localidad de Al Baguz, la última arrebatada por las milicias kurdas al EI.
Después de los desfiles militares, los comandantes de las FSD descubrieron una columna con una inscripción para conmemorar la victoria que dice: «Aquí fue destruido lo que se denominaba el califato del Estado Islámico terrorista».