Por lo menos 11 personas murieron y 15 resultaron heridas este lunes por un ataque suicida con coche bomba en los alrededores de un puesto de control de seguridad cerca del aeropuerto internacional Aden Adde de Mogadiscio, capital de Somalia, confirmó a Efe la policía.
El ataque, que provocó una enorme explosión y una gran columna de humo negro, ocurrió en una zona entre el hotel Afrik, que sufrió daños materiales, y la intersección conocida como K-4 en la carretera que conduce al aeropuerto de la capital de Somalia.
«Fui testigo de la explosión y vi los cadáveres de 11 personas. La zona estaba muy concurrida y había gente que iba a entrar en el aeropuerto», que se encuentra a 1,2 kilómetros del lugar del ataque, dijo a Efe el agente de policía Ali Wiirow.
Cinco de los fallecidos son miembros de las fuerzas de seguridad, incluido el responsable del puesto de control, Hussein Aanka, de la Agencia Nacional de Inteligencia y Seguridad de Somalia.
Wiirow cifró también el número de heridos en 15, un dato que también confirmó a Efe el trabajador sanitario Mohamed Abshir, de la clínica Barwaaqo, próxima a la K-4.
Las fuerzas de seguridad acordonaron la zona luego de la explosión, que también dañó varios vehículos que se disponían a pasar por el puesto de control, según pudo constatar Efe.
Cerca del aeropuerto se encuentra la llamada zona verde de Mogadiscio, que alberga numerosas embajadas extranjeras, personal de la ONU y de la Misión de la Unión Africana en Somalia, entre otros.
Aunque nadie, de momento, se ha atribuido el ataque, el grupo yihadista Al Shabab suele cometer este tipo de atentados con frecuencia en la capital del país.
Uno de los ataques recientes más graves de Al Shabab fue el perpetrado el 12 de julio pasado en la ciudad portuaria de Kismayo, donde murieron por lo menos 26 personas, incluidos 2 estadounidenses, 1 británico y 1 canadiense, y más de 50 resultaron heridas.
Al Shabab, que se adhirió formalmente a la red terrorista Al Qaeda en 2012, controla parte del centro y del sur de Somalia y lucha con el objetivo de instaurar un Estado islámico de corte wahabí en ese país.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.