Los combates redoblaron en intensidad el sábado a las puertas de Trípoli, después de que las fuerzas leales al gobierno de Unidad Nacional, GNA, anunciaron una fase de ataque contra las tropas del mariscal Jalifa Haftar, lanzadas a la conquista de la capital libia.
Las tropas del Ejército Nacional Libio, ENL, del mariscal Haftar lanzaron el 4 de abril una ofensiva contra el GNA, dirigida por Fayez al Sarraj, único gobierno reconocido por la comunidad internacional.
Mustafá al Meyii, portavoz de la operación militar del GNA, declaró a la AFP que la fase de ataque comenzó luego de que se detuvo el avance del ENL. «Se han dado órdenes desde primera hora de la mañana para avanzar y ganar terreno», afirmó.
El contraataque ocurrió al día siguiente de que la Casa Blanca anunció una conversación telefónica el lunes entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el mariscal Haftar sobre una visión común para la transición de Libia hacia un sistema político democrático y estable.
La Casa Blanca indicó que los dos hombres hablaron en especial de la necesidad de lograr la paz y la estabilidad en Libia.
Ataques aéreos
Desde varios sectores de la capital podían escucharse los disparos intensos de cohetes y obuses. Un equipo de la AFP en el terreno confirmó el avance de las fuerzas leales al GNA en Ain Zara, en la periferia sur de Trípoli, donde la línea del frente se desplazó unos kilómetros hacia el sur.
La Fuerza de Protección de Trípoli avanzó en Wadi Rabie, igualmente en la periferia sur de Trípoli, por un ataque con artillería pesada y armas de calibre medio desde primeras horas de la mañana, indicó a la AFP un comandante de esta fuerza en el terreno.
El comandante, que habló bajo anonimato, lamentó el resultado de ocho heridos hasta el momento.
Se emprendieron siete ataques aéreos contra posiciones militares del ENL, en particular al sur de Gharian, a 100 km al suroeste de Trípoli, así como contra la base aérea de Al Wotya, según otro portavoz, el coronel Mohamed Gnunu.
El ENL afirmó que tomaba el control de varias posiciones nuevas en el frente de batalla en Trípoli. »Nuestras fuerzas están progresando a medida que las milicias del GNA se retiran de todos los frentes», afirmó en su página oficial de Facebook.
«Han llegado refuerzos a los frentes -brigadas militares, batallones del ejército- para (ganar) la batalla lo antes posible», agregó el ENL.
Situación bloqueada en la ONU
Desde el inicio de la ofensiva de Haftar, el 4 de abril, los combates causaron al menos 220 muertos, 1.066 heridos y más de 30.000 desplazados, según la Organización de las Naciones Unidas, que teme una reanudación de los enfrentamientos en ese país.
Su enviado en Libia, Ghassan Salamé, advirtió el jueves sobre el riesgo de una «escalada generalizada» del país, y consideró en una entrevista con la AFP que la ofensiva de Haftar había sido provocada por las divisiones internacionales.
El punto muerto persiste en el Consejo de Seguridad, donde Reino Unido se esforzó en vano, con el apoyo de Alemania y Francia, para hacer aprobar una resolución que pide un alto el fuego y un acceso de la ayuda humanitaria incondicional a las zonas de combate.
Pero Estados Unidos y Rusia, por una vez en la misma línea, se oponen, a riesgo de debilitar los esfuerzos de la ONU en esa cuestión.