El Museo de Orsay de París pidió perdón a una mujer a la que vetaron la entrada por llevar escote después de que ésta denunciara los hechos en una carta en Twitter que se volvió viral.
Se trata de Jeanne, una parisina que ha hecho pública una misiva dirigida al Museo, en la que muestra su indignación y adjunta una foto tomada unas horas antes del incidente en la que se la ve con un vestido estampado con un escote en «uve», acompañado del comentario: «El vestido de la discordia».
«No me dejaban entrar pero nadie me decía por qué, me miraban el escote y ese es todo el gesto que hacían», cuenta la joven en la carta.
Ante su indignación, los responsables de seguridad del museo le pidieron que se cubriera con una chaqueta que llevaba en la mano y ella se negó en un primer momento.
«No quiero ponerme la chaqueta porque me siento obligada, me siento avergonzada, siento que todos me miran los pechos, soy sólo mis pechos, soy sólo una mujer sexualizada», dijo.
Jeanne aceptó finalmente ponerse la chaqueta para poder entrar porque le decían que eran «las normas» y una vez dentro observó que muchas obras representan hombres y mujeres desnudos, pero las segundas «con poco pecho», subrayó.
El tuit de la afectada, que ya acumula más de 20.000 retuits, no tardó en provocar la reacción del Museo de Orsay este miércoles, también a través de la red social, disculpándose: «Lamentamos profundamente este incidente y pedimos excusas a la afectada».
Numerosos usuarios mostraron su apoyo a la joven en las últimas horas con diferentes mensajes e incluso con fotos de cuadros famosos que se ven en Orsay como «El desayuno en la hierba» de Manet, en el que aparece una mujer desnuda junto a dos hombres vestidos, o en «El origen del mundo», de Courbet, que muestra la vagina de una mujer.
El incidente se añade a una polémica surgida el mes de agosto después de que dos agentes de policía se acercaran a un grupo de mujeres en la playa de Sainte-Marie-la-Mer y les pidieran que se pusieran la parte superior de sus bikinis.
La difusión de esa acción policial generó una respuesta del ministro del Interior, Gerald Darmanin, quien tuiteó que era infundado el hecho de que la policía regulara la ropa que la gente usa en la playa.
«La libertad es un bien precioso. Y es normal que la administración reconozca sus errores», escribió refiriéndose a la actuación de los agentes.
La policía dijo que los funcionarios fueron abordados por una familia que dijo sentirse incómoda por las bañistas en toples ya que sus hijos estaban presentes, por lo que pidieron a las mujeres si podían cubrirse.