Un ejército de aves marinas tomó la playa de Agua Dulce en Perú, luego que el gobierno de Martín Vizcarra declarara el estado de emergencia ante el aumento muertes por el coronavirus.
El medio kilómetro de arena marrón grisácea ubicado a 20 kilómetros al sur del centro de Lima ahora es una refugio de gaviotas y pelícanos, reseñó AP.
Los puentes peatonales, antes abarrotados, están prácticamente vacíos. Los agentes de policía que hasta hace poco buscaban vendedores ambulantes sin licencia entre la multitud, ahora caminan por la playa vacía para disuadir a los posibles bañistas.
Los sorprendidos en esta situación reciben apenas una advertencia. “No hay gente en las calles, los autos no circulan, las fábricas no funcionan”, dijo Tomás Cabrera, de 86 años de edad a la agencia de noticias.