Chernóbil está ubicada al norte de Ucrania, que es recordada por el accidente nuclear de 1986 cuando pertenecía a la Unión Soviética, y en la que hoy viven solo 704 habitantes, pero que ha vuelto a ser noticia mundial debido a que biólogos advierten de un descubrimiento frente al comportamiento del ganado vacuno.
Los empleados de la Reserva de Radiación y Biósfera Ecológica señalan que el ganado, que está abandonado, se organiza en manada y sus características, hablando del comportamiento, es muy distinto al de los animales domésticos.
Las personas encargadas de las investigaciones dieron a conocer en varios informes que tras el seguimiento que se le hizo al lote durante tres años se notó que el comportamiento de los semovientes era muy similar a los de los animales salvajes.
Se informó que se unieron en un lote organizado, que se adaptaron a las condiciones climáticas del sector y que mantienen una jerarquía entre ellos, según las publicaciones en Facebook.
“El clima es helado y nevado y el ganado vive con éxito. Una manada de ganado salvaje es internamente diferente de una rural ordinaria: está estructurada, tiene integridad, actúa siempre de forma coherente. Los terneros eligen el lugar más seguro de la manada entre un bugay adulto y vacas”, se leyó.
La cuenta de Facebook de la Reserva advierte que no es el primer caso que se ha presentado, pues después del accidente nuclear, tras el desalojo de unas 14.000 personas, se descubrió una “manada de ganado salvaje alrededor del antiguo pueblo de Chistogalivka. Después, varios fueron puestos en observación”.
Lo anterior acarreó que las investigaciones fueran mucho más frecuentes, más regulares, por lo que se pudo explorar el proceso del animal salvaje y su impacto en la zona. Se descubrió, últimamente, que los terneros se mantienen entre el toro adulto y las hembras, una manera de protegerlos, que es una prioridad para los adultos.
El toro principal no saca a los jóvenes, al contrario, prioriza su protección, tras a presencia de miles de depredadores en la zona
El toro principal es el más fuerte, el de más edad y los investigadores confirmaron que los jóvenes se han adaptado de la mejor manera al fuerte frío. A pesar de la connotación de ser el más fuerte, el que manda, el toro principal no saca a los jóvenes, al contrario, prioriza su protección, tras a presencia de miles de depredadores en la zona. Eso sí, lo hace mientras no le disputen su supremacía.
Esta investigación ha ido mucho más allá. Por ejemplo, hay conclusiones sobre el comportamiento en ese ecosistema de los antepasados, como los uros euroasiáticos, mamífero artiodáctilo y extinto desde el siglo XVII, que eran sociales y desarrollados mentalmente.
Los uros vivían en bosques y no era presa fácil de los lobos, pero sí fueron las víctimas de la caza, la causa principal para que desaparecieran.
“Los científicos también supervisaron y realizaron un cálculo de los números de la manada. Todos los animales tienen una buena condición. El clima helado y nevado no ha sido impedimento para que conserven su zona. Una manada de ganado salvaje es internamente diferente de una manada rural ordinaria: está estructurada, tiene integridad, actúa siempre de forma coherente”, concluye