Moshe Kai Cavalin tiene dos títulos universitarios, pero es demasiado joven para votar. Pilota aviones, pero es demasiado joven para conducir un coche solo. La vida está llena de contrastes para Cavalin, un adolescente de 17 años de San Gabriel, California, que ha conseguido importantes logros que a su edad parecen muy lejanos. Terminó la educación superior a los 11 años. Cuatro años más tarde tenía una licenciatura en matemáticas por la Universidad de California, en Los Ángeles. Este año comenzó un curso online para obtener una maestría en ciberseguridad en la Brandeis University de Boston pero decidió posponerlo mientras colabora con la NASA en el desarrollo de tecnología de vigilancia para aviones y aeronaves no tripuladas. Además de esto, acumula una agotadora lista de logros extracurriculares. Acaba de publicar su segundo libro, basado en su experiencia como víctima de acoso escolar y en las historias que escuchó de otros en su situación. Tiene previsto obtener su licencia de piloto de aviones a final de año. En la casa de sus padres cerca de Los Ángeles, guarda numerosos trofeos de torneos de artes marciales. Con todo, Cavalin insiste en que más normal de lo que la gente piensa. Apunta que el mérito es de sus padres por años de formación centrada equilibrada con la libertad de poder elegir actividades extraescolares de su gusto. Sus eclécticos intereses derivan de su herencia cultural, sostiene, ya que su madre es de Taiwán y su padre brasileño. «Mi caso no es tan especial. Es solo una combinación de educación y motivación e inspiración», dijo tras una jornada laboral en el Armstrong Flight Research Center de la NASA en Edwards, California. «Tiendo a no compararme a menudo con otras personas. Solo intento hacerlo lo mejor que puedo». Sus padres dicen que siempre fue precoz en su aprendizaje. A los 4 meses, señaló un avión en el cielo y dijo el término chino para denominarlo, su primera palabra. Cavalin superó los límites de su escolarización en casa al estudiar trigonometría a los 7 años. Fue entonces cuando su madre empezó a llevarlo a un centro de estudios superiores. «Creo que la mayoría de la gente piensa que es un genio, creen que es algo natural», dijo Daniel Judge, profesor de matemáticas que dio clase a Cavalin dos años en el East Los Angeles College. «Realmente creo trabaja más duro que cualquier otro alumno que haya tenido». Pero su rápido ascenso no está exento de giros. Al comienzo de sus estudios superiores soñaba con ser astrofísico, pero cuando empezó a tomar clases de física avanzada su interés se desvaneció. Fue su fascinación por la criptografía la que lo llevó a la informática. Esta ha sido una opción mejor, dijo Cavalin. Se sorprendió cuando la NASA lo llamó para ofrecerle un empleo tras haber sido rechazado en el pasado por su edad. Ricardo Arteaga, su jefe y mentor en la NASA, dice que Cavalin es perfecto para un proyecto que combina matemáticas, computadoras y tecnología aeronáutica. «Necesitaba un becario que supiese de software y de algoritmos matemáticos», dice Arteaga. «Y también necesitaba un piloto que pudiese volar en un Cessna». En la oficina, Cavalin es un empleado tranquilo con un sentido del humor sutil, apunta Arteaga. Se ríe de las mismas cosas que los científicos. En su trabajo diario en la NASA realiza simulaciones de aviones y drones a punto de estrellarse para hallar vías para mejorar su seguridad. Cavalin habla con la cadencia y la dicción de alguien que elige sus palabras con cuidado. Es imperturbable, al menos hasta que habla de lo poco que le gusta recibir un adjetivo: «Una palabra que no me tomo demasiado bien es genio. Es llevarlo demasiado lejos», sostiene. Cuando termine la maestría de Brandeis, Cavalin espera obtener otra en negocios en el Massachusetts Institute of Technology. Luego quiere crear su propia empresa de cibersguridad. Sin embargo, por ahora cuenta los días para su 18 cumpleaños para poder obtener una licencia de manejo completa. Al vivir fuera de casa por su empleo en la NASA, depende de su casero o del taxi para ir al supermercado. Sus compañeros de oficina de más edad lo llevan al trabajo todos los días. En cuanto a otras cosas de adolescentes, Cavalin dice que quiere esperar a obtener su doctorado para encontrar una novia. Solo bromea a medias.
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