Este martes se realizó la séptima edición del evento Pechakucha Night en el Aula Magna de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), como apoyo al proyecto Beca a un Pana. El dinero recaudado por la venta de las entradas será asignado para el apoyo económico que ofrece la casa de estudios.
El evento fue presentado por el semiólogo y poeta Willy Mckey y estuvo conformado por 10 ponentes, los cuales mostraban 20 imágenes en 20 segundos.
En su regreso a Pechakucha, Mckey recordó a personalidades prominentes del siglo XIX e hizo énfasis en la crisis que afronta el país. Aseguró que es necesario formar héroes civiles para el progreso de Venezuela.
El primer ponente de la noche fue Alejandro Marius, ingeniero en Electrónica, quien destacó que estudiar durante la época del Caracazo lo hizo desarrollar nuevas habilidades.
Contó que luego de graduarse como ingeniero y casarse tuvo un accidente que lo dejó parapléjico por seis meses. «Desde esta vivencia valoro los pequeños detalles».
La segunda persona en montarse en la tarima fue Armando Goncalves, creador de la organización Apetoi. El emprendedor aseveró que la palabra que lo define a él y a su proyecto es -construcción-.
«Esta palabra es lo que necesita Venezuela para ser mejor», dijo Goncalves, quien también es ingeniero en telecomunicaciones de la UCAB.
Explicó que Apetoi significa amigo. Esta empresa emergente se muestra como una entidad en línea de apoyo para solucionar los problemas de los ciudadanos. Actualmente se encuentra en Venezuela y para el año 2018 podría abrir sucursales en Colombia y México.
Entre los ponentes también estuvo Carlos De Veer, quien dio a conocer el movimiento Santa en las Calles, que desde 2006 brinda apoyo a las personas más necesitadas.
Este voluntariado cuenta con 25 unidades de transporte para realizar la actividad, que consiste en subir al individuo al vehículo para bañarlo, vestirlo, darle de comer y brindarle servicio de peluquería.
“Convertir sueños en realidad”, es como define De Veer su proyecto, luego de 12 años de jornada.
El próximo 16 de diciembre estarán en el colegio Don Bosco de Altamira para brindarle apoyo a los ciudadanos que lo requieran.
La representación femenina también estuvo presente en la séptima edición de Pechakucha Night Caracas. Ingrid Serrano fue otra de las figuras en compartir tarima.
Su impulso empezó en Tailandia, donde fue su primera conexión con la meditación. Dejó de trabajar en la empresa Polar para ir a la India y luego descubrir la pregunta que la iba llevar a explorar el camino que hoy conoce: ¿Qué hago en mi vida?
Serrano se definió como una guerrera de luz y compartió que abraza el budismo como una forma de vida. Su proyecto cuenta con 90 participantes que perciben la meditación como un alimento del alma,.
Otro ponente fue Andrew Quintero, mejor conocido como el pechakuchero de Catia, que desde hace siete años busca la manera de rescatar los valores olvidados por los ciudadanos de esta parroquia. Para él, lo más importante es la unión de la comunidad.
Quintero pidió al público dejar de lado el tema político. “Cada uno de nosotros debe ser amarillo, azul y rojo. La comunidad es de todos”.
Otro integrante de este evento fue Carlos Vargas, que desde los cuatro años se mudó a Anzoátegui y fue la historieta Condorito la que lo motivó a la lectura.
Tuvo la oportunidad de participar en diversos modelos de Naciones Unidas, y cuando le tocó elegir un tema para llevarlo a la cumbre eligió los sucesos del 11 de abril, que fueron censurados. En ese momento, Vargas evidenció por primera vez la injusticia.
Vargas ha estado en la lucha contra la arbitrariedad, por lo que surgió la organización de “1001 ideas para mi país”, proyecto que genera espacios para los jóvenes.
La meta de este movimiento es que para 2022 la organización se encuentre en 22 países con 22 equipos diferentes.
Otra mujer que resaltó en el escenario fue Fedérica Dávila, estudiante de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), que fue despedida por el público con una ovación por el proyecto de Primeros Auxilios UCV.
Este proyecto se profundizó luego de las protestas antigubernamentales entre marzo y julio de este año. La idea es poder ayudar a la comunidad que no tiene los recursos para mantenerse.
La iniciativa no solo está constituida por estudiantes, sino también por profesores y doctores. “La calle se volvió un salón de clases”, mencionó Dávila, debido a la cantidad de manifestantes heridos.
Luego de las protestas, Primeros Auxilios UCV se trasladó a más de 25 comunidades, en las que realizaban jornadas de salud. La petición se conoció internacionalmente, lo que contribuyó a que los recursos provenieran del exterior.
“Yo sigo aquí porque esta es mi voz. Yo sigo aquí porque tengo una meta como todos ustedes. Yo sigo aquí porque quiero graduarme bajo las Nubes de Calder”, concluyó Federica Dávila entre lágrimas.
Luego de la presentación, Willy Mckey destacó que la descripción “algoritmo de fronteras” se le alude a María José Vásquez, fundadora de la ONG Dálticas para la paz en el pueblo de El Nula, en la que se encuentra 80% de población en trabajos ilegales.
Esto nació para darle a los niños una salida de las dinámicas de violencia y una formación integral mediante el fútbol, para que puedan desarrollar habilidades sociales, cognitivas y para el manejo de las emociones.
Actualmente, tienen 100 estudiantes en la escuela de fútbol ya registrada, pero con una situación país tan crítica se han visto limitados de recursos.
José Luis, uno de los jóvenes beneficiados por esta ONG, se encuentra estudiando Derecho en la UCAB.
Es la primera vez que Pechakucha se presenta en la UCAB y como apoyo a la asociación civil Beca a Un Pana, que fue cread en 2008 como una iniciativa y no fue hasta este año que se retomo debido a las 5.000 solicitudes de becas que se proporcionaron en el actual período académico. La producción estuvo a cargo de la Dirección de Desarrollo Estudiantil.