La paleta de Adaia
El Caribe también es oleaje que acaricia la arena, es brisa serena que mece las palmeras y sol que colorea atardeceres. La firma Adaia, bajo la dirección creativa de Arianna Marín Margiotta, con su línea de bañadores y beachwear, evoca la placidez y calma del trópico. “Con mi marca quiero transmitir una sensación, lo que la playa es para mí”, afirma Marín, como en una confesión. Un concepto que se basa en nuevos esenciales para lucir frente al mar.
La firma se decanta por líneas simplistas y minimalistas, en cortes que generan otras siluetas en el cuerpo. Diseños depurados, elegantes y atemporales. Una premisa de la marca es que las creaciones están confeccionadas con costuras invisibles y la misma tela en el interior. Todas en colores absolutos, sólidos, monocromáticos, en los que predominan los neutros, ajenos a las acostumbradas estridencias. “Para mí, la paleta es fundamental, tiene que transmitir paz y equilibrio”. Así imagina Adaia a la nueva caribeña.
Instagram: @adaiaswimwear
Fotografía: Javier Sánchez
Las formas orgánicas de Fabiana Pigna
En una exploración escultural del volumen, la diseñadora de moda venezolana Fabiana Pigna, establecida en Los Ángeles, consigue generar formas orgánicas sobre el cuerpo desde algodones y linos japoneses. “Me gusta crear algo inesperado, pero sutil en el diseño”, revela Pigna cuya firma muestra una construcción en la tela con muchas sinuosidades y líneas puras. “El volumen es una forma orgánica de representar la libertad del trazo y un vehículo para expresar un poco de atrevimiento e irreverencia al vestir”.
En sus puntadas, Pigna se propone exhibir una tridimensionalidad natural que construye novedosas estructuras sobre la piel. Sus creaciones también examinan la femineidad desde ideas tomadas del guardarropa masculino. “Mi marca está destinada a revitalizar el uniforme de la mujer moderna en piezas con rasgos minimalistas que dejan ver el lado vanguardista de quien las lleva puestas”. Un concepto que interpreta los nuevos fundamentales de la mujer de hoy.
Instagram: @fabiana_pigna_
Fotografía:
Piezas funcionales de Bárbara Portto
La propuesta es para una mujer que se mueve. La apuesta de activewear de la diseñadora de moda Bárbara Portto, con una firma que lleva su nombre, es la de los esenciales deportivos para dentro y fuera de una cancha. “Mi idea ha sido crear diseños que tengan más utilidad que la de sólo para hacer ejercicios”, señala. Una línea moderna y elegante pensada para una chica que practica yoga, pilates, va al gimnasio o entrena para un maratón.
Desde bloques de color y cortes geométricos, la marca Bárbara Portto crea leggins, sujetadores olímpicos, franelas y chaquetas para las rutinas de una mujer más allá de sus entrenamientos. “Pienso mucho en la funcionalidad de la pieza, que además de diseño, aporte estilo y comodidad”, da señas Portto. Tonos sobrios y satinados en licras, mallas elásticas, neoprenos y textiles microperforados, en un sportwear femenino y contemporáneo.
Instagram: @bp_activewear
Fotografía: Rafael Franceschi
La estética de Black Sand
Los chicos a la arena. La marca Black Sand, bajo la dirección creativa de Carlos Flores Villasmil, vuelve a los bañadores clásicos para ellos, pero ejecutados con sencillez y modernidad. “Al hombre lo habían arrinconado a un short o una bermuda”, apunta Flores para explicar su propósito de rescatar la licra para los varones. “Quería retomar la estética de las décadas ochenta y noventa, cuando los hombres usaban más trajes de baño”.
Así, desde colores sólidos y estampaciones geométricas, Black Sand se decide por cortes básicos como indispensables para la playa. “Tengo mucha afinidad por la línea y la forma y por los diseños que destaquen una composición”, refiere el director creativo. Cortes altos, tradicionales u olímpicos en siluetas esenciales del verano. Una firma que piensa en otras opciones para que los varones lleven bajo el sol.
Instagram: @blxcksxnd
Fotografía: Daniel Maduro
El concepto atemporal de Nela Ríos
Desde un discurso contemporáneo, la firma de marroquinería Nela Ríos se ha propuesto revisar los clásicos para sumarle otros valores de diseño, en un concepto atemporal, minimalista y mucho más global, con un tratamiento del cuero que mezcla origen y modernidad. “Quiero destacar en todo momento que la piel respira, que vive. Que se vea cruda, natural, genuina. Que se vea cómo la piel pasó a ser ese bolso”, sostiene Nela Ríos, directora creativa de la marca.
Se trata de una apuesta consciente con impronta absolutamente artesanal, que se vale de pieles italianas, españolas y colombianas para imaginar básicos, como mochilas tipo sackbag, cinturones, sobres, billeteras, bomboneras y shoulder bags. “Me gusta dibujar mucho cada diseño, hacer mucho papel, para de allí pasar al corte y al patrón, que sea agradable visualmente pero también muy cómodo”, explica Ríos sus preceptos creativos. De la hoja al cuero y del cuero a la piel.
Instagram: @bynelarios
Fotografía: Pedro Lollett
Las líneas mestizas de Vanessa Farina
En esa raigambre mestiza, en esa herencia italiana y venezolana que le es propia, la diseñadora Vanessa Farina encontró la base para imaginar una firma de bolsos con mucho ADN. “De Italia quise tomar las formas y las estructuras, las líneas clásicas y simples, y del trópico, de la parte venezolana, los tonos de la naturaleza, esa vibración de los colores del Caribe”, destaca. Una fusión de la exuberancia y la elegancia de dos tierras que lleva siempre en el corazón.
Una firma que es alegría tropical y tradición artesanal. “Me gusta resaltar lo que tenemos como patrimonio”, asegura Farina. Y así se vale de la tenería y talabartería nacional, tanto como de los tejidos de la Guajira que usó para su colección que tituló Catatumbo. “Carteras que te van a acompañar por mucho tiempo”. Son shoulder bags, clutches, bolsos de mano y shopping bags en siluetas clásicas, en diseños lúdicos y vibrantes para el día a día.
Instagram: @vanessafarinav
Fotografía: Don Ungaro