La semana pasada se emitió una polémica entrevista que los duques de Sussex, Harry y Meghan Markle, le concedieron a la presentadora estadounidense Oprah Winfrey. En esa conversación la exactriz confesó que, en realidad, ella y el Príncipe Harry se casaron tres días antes de la ceremonia oficial en mayo de 2018.
«Nadie lo sabe. Pero llamamos al arzobispo (de Canterbury) y le dijimos: ‘Mira, este espectáculo, es para el mundo, pero queremos nuestra unión entre nosotros», dijo Markle.
Según publica Daily Mail, el reverendo Mark Edwards, vicario de las iglesias St.Matthew’s (Dinnington) y St. Cuthbert’s (Brunswick) desmintió que Justin Welby, arzobispo de Canterbury, casara a la pareja tres días antes de su multitudinario enlace en mayo de 2018 como aseguró Meghan. Tras las diversas solicitudes de bodas privadas, el vicario se puso en contacto con la oficina del arzobispo, donde le aseguraron que «Justin Welby no hace bodas privadas, Meghan es estadounidense, no lo entiende».
El arzobispo solo tuvo una conversación privada con la pareja sobre la boda. «Les puedo asegurar que no se celebró ninguna boda hasta el evento nacional televisado», afirmó Welby.
Además, la Iglesia de Inglaterra requiere de dos testigos para que cualquier boda sea válida, y las ceremonias deben celebrarse en un lugar de culto certificado que permita al público acceso sin restricciones para que se puedan presentar objeciones.
Las declaraciones del príncipe Harry y Meghan Markle durante su encuentro con Oprah Winfrey han generado polémica en el Reino Unido y en la propia familia real británica.