En Mérida
Las ruinas de Mucuñu
Durante siglos los andinos construyeron con tapiales. Son inmensos bloques de barro y piedras, de 50 centímetros de ancho y 1 metro de alto, que se van montando unos encima de otros hasta hacer el hogar. Estuvimos en las ruinas de Mucuñu, donde se asentaron los fundadores de Acequias, que se fueron mudando porque las tierras no eran buenas para cultivar, por falta de agua y por las fallas geológicas que producían temblores. Son los vestigios de un antiguo pueblo de doctrina y se supone que datan del siglo XVII. Aunque las han visitado e investigado mucho, ahí están, abandonadas, como siempre ocurre con nuestro pasado.
Para ir: contacten a www.destinopueblosdelsur.com y hagan este recorrido emotivo por los Pueblos del Sur en Mérida.
En Trujillo
Una finca sensible
José Miguel Azuaje quiere sensibilizar a la visita sobre el cuidado del medio ambiente y la generosidad de la tierra. Lo hace mediante recorridos por la Finca Agroturística Tirandá, silvestre, llena de árboles, lagunas con tilapias, cachamas y tortugas, senderos boscosos y su euforia al explicar las bondades de la naturaleza. Hay un caney con chinchorros para oír el mundo y ofrece un fogón para que la visita haga parrilla o sancocho. No cobra entrada. Pide una colaboración. Me llena de emoción cada vez que lo visito.
Para ir: carretera Boconó, vía Tostós, sector Tirandá, Trujillo.
Teléfonos: (0416) 813 2828, (0272) 414 5539.
Horario: todos los días, de 8:00 am a 5:00 pm.
En Barinas
Comederos
Antes de entrar a la ciudad de Barinas, párense en los tarantines al borde del río Masparro, para que coman cachama y pavón. En el mercado de Barinas hay buenos granos, harina de plátano, topochos y ubres de vaca fritas. Estupendos quesos en la quesera Santo Domingo, calle Mérida, bloque de la Rodríguez Domínguez. En Ciudad de Nutrias prueben pan de horno con harina de maíz cariaco y empanadas de dulce de topocho. Vía San Cristóbal, antes de La Caramuca, restaurante La Embajada a orilla de carretera y bien bueno.
Para ir: Hay que llegar hasta Barinas.
En Portuguesa
Un buen café
En un hermoso patio con corredores de la vieja casona por la que caminó Bolívar se instaló Coima café, donde unas jovencitas se esmeran al ofrecer y explicar las variedades de café de Portuguesa y Trujillo. Su producto estrella es el café Azul. Una auténtica exquisitez, gracias al trabajo de Rubén Alí Gozaine, el cafeólogo. Pregunten por la ruta del café que ofrecen en Chabasquén y Biscucuy.
Para ir: Casacoima, carrera 3 con esquina de la calle 16. Guanare.
Teléfonos: (0412) 516 4511.
Horario: lunes a viernes, 8:00 am a 12m, 2:00 pm a 6pm.
En Bolívar
Guías confiables
Eric es alemán, su esposa Yaritza es venezolana y tienen años viviendo en Santa Elena con su operadora turística Backpacker- tours. Organizan viajes a Roraima, Auyantepui, Autana, El Paují, Gran Sabana, Kavak, expediciones, sobrevuelos, bicicleta, salto Ángel, río Caura y Mantopai. Los recomiendo muchísimo. Son responsables y sensibles. Me encantan sus posadas y su café en Santa Elena. Ustedes dicen lo que quieren y ellos se ocupan.
Para ir: calle Urdaneta, Santa Elena de Uairén.
Teléfonos: (0289) 995 1430 / (0414) 886 7227.
Reservación: info@backpacker-tours.com / reservation@backpacker-tours.com
En la web:www.backpacker-tours.com
en Aragua
Para llegar a Chuao
Lo más práctico para ir a Chuao es tomar un peñero en Choroní. Llegan hasta La Boca –frente al malecón– y seguro consiguen alguno que vaya saliendo. Deben esperar que se llene el cupo para que paguen solo sus puestos. Otra opción es buscarse un guía que los lleve caminando desde Choroní. Es una excursión exigente, con subidas y bajadas intensas y bajo una chapa de sol. El regreso lo pueden hacer en peñero. Había una caminata que se hacía desde Turmero acampando por el camino, pero hubo varios asaltos que acabaron el paseo. Cuentan que era una belleza. Ya lo recuperaremos.
Para ir: “Tiburón” le dicen al guía que los lleva a Chuao caminando.
Teléfono: (0414) 445 4786.
Email:gonzalocobostiburon@gmail.com
En Mérida
Un artesano de arcilla
Conseguimos a José Aligdo Rojas Durán en la puerta de su casa, a orilla de la carretera que conduce a Acequias, uno de los más remotos y pequeños Pueblos del Sur del estado Mérida. Es un campesino conversador y amable, con dificultades de audición que supera con su expresividad. En un cuartico tiene las piezas de arcilla, listas para meterlas en el horno en la parte de atrás de la casa. Hace casitas, pueblos, iglesias. Bellas, con las tejas labradas, las ventanas con barrotes. Casi siempre las pinta, pero a veces se las piden en barro. En otro cuarto tiene un pesebre. “Nunca lo quito porque la gente lo quiere ver”. Como no había luz prendimos las linternas de los celulares y pudimos gozar esa preciosura hecha a mano. Le gusta recibir visitas. Toda la familia vive ahí. En la cocina muelen el café que siembran, y sacan chachafruto, una planta muy generosa.
Para ir: Pueblos del Sur, vía Acequias, sector La Hacienda, Mocotuaró, estado Mérida.