Tal como estaba previsto, este jueves los príncipes William y Harry volvieron a mostrarse juntos en los jardines del Palacio de Kensington. El motivo fue la inauguración de una estatua que retrata a su madre, en el día en que la princesa de Gales hubiera cumplido 60 años de edad. Los hijos de Lady Di fueron los encargados de quitarle el manto a la obra de arte para revelarla ante el mundo. Y su reacción resultó una sorpresa.
Desde la cuenta oficial de Twitter de los duques de Cambridge difundieron un comunicado para expresar su emoción por esta fecha especial: “Hoy, en lo que habría sido el 60 cumpleaños de nuestra madre, recordamos su amor, fuerza y carácter, cualidades que la convirtieron en una fuerza para el bien en todo el mundo, cambiando innumerables vidas para mejor”.
“Todos los días deseamos que ella todavía esté con nosotros, y nuestra esperanza es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su vida y su legado”, confesaron. Sobre el final le agradecieron a los responsables de crear la pieza y rediseñar el jardín: “Gracias a Ian Rank-Broadley, Pip Morrison y sus equipos por su excelente trabajo para que esto sucediera”.
“Gracias también a todos aquellos alrededor del mundo que mantienen viva la memoria de nuestra madre”, concluyeron. En las afueras del palacio muchos ciudadanos acudieron a dejar ramos de flores, fotos y banderas de “la princesa del pueblo”, para honrarla como todos los años.
Qué reacción tendrían al estar juntos era todo un misterio, pues sería una de las contadas ocasiones en que los hermanos harían una aparición conjunta, en medio de los rumores sobre su tensa relación. Viven en países diferentes, y eligieron caminos opuestos en lo que respecta a la realeza. Con más razón, resultó una sorpresa que ingresaran juntos al jardín, donde los estaban esperando sus tres tíos: Charles Spencer, Sarah McCorquodale y Jane Fellowes.
Ambos mostraron una imagen de unidad, no solo al caminar uno al lado del otro, sino también con varios momentos de risas cómplices. Los príncipes priorizaron celebrar la labor solidaria de su madre, quien murió de forma trágica a los 36 años de edad en un accidente de tránsito en París, y dejaron a un lado todas sus diferencias.
Por unos cuantos minutos los hijos de la princesa estuvieron en la misma sintonía. Cada uno tomó un cordón del velo que cubría la estatua y la revelaron juntos al mismo tiempo. Una vez más sonrieron y se tomaron un instante para admirar los detalles. La última vez que se los había visto juntos fue durante el funeral de su abuelo, el duque de Edimburgo.
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