Una mujer brasileña tiene un objetivo muy claro: quiere parecerse al diablo. Su marido tiene el mismo deseo. Carol Praddo, de 35 años de edad, es conocida como la «mujer demonio» por sus transformaciones corporales.
A su marido, Michael, lo conocen como Diabão. Si bien ambos son felices viviendo de esa manera, advierten que les molesta la falta de respeto.
La pareja tiene todo el cuerpo tatuado, protuberancias a modo de cuernos en la cabeza, se bifurcó la lengua y se pigmentó los ojos mediante un tatuaje del globo ocular. Y, según el portal G1, viven juntos desde hace 11 años en Praia Grande, en la costa de San Pablo.
Debido a su aspecto, muchas veces reciben comentarios negativos a través de las redes sociales, donde la gente los critica sobre la crianza de sus hijos. «Ese tipo de gente siempre va a existir, ¿o no? Aprendí a ignorar, no porque haya evolucionado, sino porque ya me causaron mucho daño. Me molesta, pero no por la desaprobación, sino por la falta de respeto. Es malo cuando la gente es agresiva y te hace ver menos o te juzga», manifestó Michael.
Carol tiene el 60% del cuerpo tatuado y comenzó su transformación más radical hace tres años, siguiendo los pasos de su esposo. Según afirmó, le genera orgullo ser reconocida como la «mujer demonio». Dado que trabaja en un estudio de piercings y tatuajes, el apodo ayuda a que la gente la identifique. «No me molesta. Estoy orgullosa de ser quien soy», contó a G1 en otra entrevista.
Carol se adentró por primera vez en el universo de los tatuajes hace 11 años, cuando todavía era asistente administrativa y conoció a su marido en un salón. Iba a hacerse otro pequeño tatuaje y él era el tatuador. Juntos comenzaron a cubrir su cuerpo con tatuajes, y hace 4 años que los cambios de Michael comenzaron a ser más extremos y su esposa lo acompañó, tatuándose los ojos. Fue un camino que transitaron juntos. «Descubrimos esto juntos. Ella vino a este mundo y se enamoró también de esto y seguimos teniendo varias experiencias», dijo el hombre.
«Una cosa fue tirar de la otra. Empecé con los tatuajes, me empezó a gustar el piercing, me encantó la zona de la modificación corporal», recordó Carol. «Poco a poco empezamos a identificarnos, buscando una apariencia diferente, alejándonos del estándar aceptable para la sociedad actual».
Michael tiene el 85% de la piel cubierta por tatuajes y modificaciones similares a las de su esposa, como cuernos y dientes alargados, así como la extracción de orejas y nariz. Según él mismo afirma, es el primer hombre en Brasil a quien le extirparon la nariz y el tercero del mundo.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional