Deberíamos recordar los beneficios de practicar el amor carnal. Un estudio reciente realizado en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Italia y Austria y publicado en la revista Journal of Sexual Medicine, vuelve al tópico de siempre. Pero con novedades contundentes: la actividad sexual reduce el riesgo de mortalidad en diversas patologías, coinciden los autores.
Es posible que los primeros síntomas de esas enfermedades estén relacionados con la falta de práctica.
Calidad de vida
«Investigaciones anteriores han sugerido que tener relaciones sexuales es bueno para la salud, la calidad de vida y el bienestar general. Sin embargo, no se había estudiado si existía una relación entre la actividad sexual y la mortalidad», decía François Peinado, cirujano especialista en próstata y medicina sexual, y uno de los autores del estudio.
Las conclusiones surgen de analizar y comparar información sobre el comportamiento sexual de 15.269 personas de entre 20 y 59 años de edad (hombres y mujeres), recopilada en el período que va de 2005 a 2016 por el último Examen Nacional de Salud y Nutrición (Nahnes) de los Estados Unidos.
Los encuestados respondieron preguntas a lo largo de 12 meses, y al revisar la tasa de mortalidad relevadas durante el mismo período los científicos encontraron, entre otras conclusiones, que:
«Aproximadamente 7% de los encuestados había confesado tener una relación sexual o ninguna, y, para 14% la actividad sexual ocurrió 104 o más veces durante el año anterior», explica el médico en el informe.
«Tras un análisis más detallado, los investigadores encontraron que el sexo frecuente se asoció con una menor mortalidad por todas las causas de una manera dosis-respuesta. Las tasas de las muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares y cáncer fueron más bajas para quienes tuvieron relaciones sexuales al menos 52 veces al año, en comparación con las que tuvieron una vez al año o ninguna».
Ejercicio
Los científicos coinciden en los fundamentos de esta nueva conclusión, y es que el sexo es un ejercicio físico y cuenta como tal, es decir, que si hacemos deporte o alguna actividad frecuente ya de por si podríamos estar ayudando a disminuir la posibilidad de contraer ciertas enfermedades.
El sexo es una actividad «prefísica», una entrada en calor importante que estimula la segregación de endorfinas promotoras de la sensación de felicidad.
Algo así como correr en la cinta o hacer una clase de zumba. Ya con eso hemos colaborado en una parte. Faltaría la cuestión emocional, pero eso es otra clase de ejercicio.
«Es posible que los primeros síntomas de algunas enfermedades estén relacionados con una disminución de la actividad sexual antes del diagnóstico de la afección», añaden los investigadores a la publicación.
Es de suponer que el caso se refiere a sexo con alguien, es decir, el onanismo no contaría dentro del beneficio.
Aunque es cierto que el sexo solitario también genera una felicidad, a medias, pero felicidad al fin.