Después de la aparición, hace algunos años, del peligroso fenómeno de la ballena azul, un nuevo desafío viral surgió en las redes sociales y despertó la preocupación de los padres de todo el mundo luego del suicidio de un niño de 10 años de edad en Italia, quien habría participado de un reto vinculado a un personaje llamado Jonathan Galindo.
El diario Corriere Della Sera señala que un niño de Nápoles se quitó la vida después de seguir las indicaciones del «hombre de la capucha». La expresión hace referencia a Jonathan Galindo, un personaje caracterizado como un perro parecido a Goofy que propone desafíos a niños y adolescentes a través de las redes sociales.
Todo empieza cuando contacta a los jóvenes en Facebook, Instagram, Twitter o TikTok y les envía una solicitud de amistad o un mensaje directo. Una vez que recibe una respuesta, ordena distintas «misiones» con el objetivo de «demostrar valentía». Esos encargos suelen devenir en episodios violentos y aumentan su peligrosidad paulatinamente.
De acuerdo con medios internacionales, el personaje fue creado por el productor de efectos especiales Samuel Canini, en 2012, pero él mismo confirmó que no tiene nada que ver con el desafío que se volvió viral, publicó La Nación.
«Esta locura de Jonathan Galindo parece aterrorizar a muchísimos jóvenes. Las fotos y videos son míos de 2012-2013. Eran para mi propia diversión, no para un recolector de emociones moderno que pretende asustar e intimidar a la gente», escribió el artista en su cuenta de Twitter.
En tanto, Canini instó a sus seguidores a rechazar cualquier tipo de interacción que provenga de una cuenta que utilice el nombre del personaje. «Este mundo tiene suficientes problemas reales y sufrir o morir por el placer barato de alguien no debería ser uno de ellos», expresó.
Ayuda para padres
Esta no es la primera vez que aparece este tipo de riesgosos «desafíos» que afectan a niños y adolescentes. Las autoridades han hecho recomendaciones a los padres, entre las que se pueden mencionar:
Acompañar a los menores de edad en la navegación por Internet y conversar con ellos sobre los peligros a los que se pueden enfrentar en la red, escuchándolos por si ya se han expuesto a estos riesgos y estando atentos a posibles cambios en su físico o su conducta.
Como método de prevención, bloquear el acceso a contenidos de estas características, utilizando para ello el Control Parental existente en la configuración de las redes sociales.
En caso de detectar alguna conducta de las antes descritas o un grupo que promocione el juego, hay que proporcionar a las autoridades la mayor cantidad de información posible (impresiones de pantalla, URL, identidades de usuarios, etcétera).