Después del asesinato de George Floyd, las personalidades públicas norteamericanas parecen estar tomando conciencia de lo influyente y determinante que pudo ser su trabajo en la eliminación o la propagación de ideas y comportamientos racistas y discriminatorios. Este fue el caso de Anna Wintour, directora de Vogue Estados Unidos.
Wintour, una de las máximas autoridades de la moda en el mundo, pidió perdón por las actitudes «hirientes» e «intolerantes» de la revista que dirige y por no hacer lo suficiente para promover y visualizar el trabajo de la gente de color en la industria de la que forma parte.
En un comunicado escrito el jueves pasado y dirigido a toda la compañía, Wintour asumió la completa responsabilidad por los errores cometidos durante su gestión que ya lleva 32 años. «Sé que Vogue no ha encontrado las suficientes maneras de dar espacio a editores, escritores, fotógrafos, diseñadores y otros creadores negros».
Según el sitio web Page Six, Wintour comienza el comunicado expresando el deseo de reconocer los sentimientos de las personas negras: «Quiero empezar por ofrecer mi empatía a todos los que estén sufriendo en este contexto. Especialmente a los miembros afroamericanos de nuestro equipo. Sé que el dolor, la violencia y la injusticia han existido durante mucho tiempo. Es lamentable que el reconocimiento de estas situaciones haya llegado tan tarde».
En el extenso comunicado concede que es difícil ser un empleado negro en Vogue y que, de hecho, su presencia es minoritaria: «Sé que no es suficiente decir que lo vamos a hacer mejor, pero lo haremos, sepan por favor que valoro sus palabras. Estoy dispuesta a escuchar sus comentarios y sugerencias en el caso de que quieran compartirlas».
La modelo Beverly Johnson fue la primera mujer negra que apareció en una tapa de Vogue en 1974. Recién en 2018 se produjo una portada de la revista con un fotógrafo negro, Tyler Mitchell, y una modelo de color que, en este caso, fue Beyoncé. La producción se realizó para la edición de septiembre después de 125 años de historia.
El comunicado de Wintour finaliza con la promesa de convertir en hechos sus palabras: «A nivel corporativo estamos trabajando para apoyar a las organizaciones de manera real. Las nuevas acciones se anunciarán lo antes posible».
El caso Floyd no solo removió la conciencia de Wintour, sino también la del director de la revista Bon Appetit, Adam Rapoport, que presentó su renuncia después de que apareciera una foto suya con la cara pintada de marrón y las continuas críticas acerca de cómo la publicación trataba a los empleados de color.
Rapoport escribió en Instagram que su alejamiento se debe a que siente que nunca defendió una visión inclusiva. Por otro lado, hace unos días, Samira Nasr fue nombrada como la nueva directora US Bazaar, la primera afroamericana en acceder a esa posición en los más de 150 años de la revista.
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