El influencer Andrew Tate y su hermano Tristan fueron acusados en Rumania por «organizar un grupo delictivo, tráfico de seres humanos y violaciones», anunció el martes la fiscalía encargada de la lucha contra el crimen organizado (Diicot).
Detenido a finales de diciembre después de varios meses de investigación, el británico-estadounidense de 36 años sigue bajo arresto domiciliario, al igual que su hermano de 34 años, precisa el comunicado.
Los dos hombres son sospechosos de haber formado una red a principios de 2021 en Rumania, pero también en otros países como Estados Unidos y el Reino Unido, según la misma fuente.
Los investigadores identificaron a siete víctimas que fueron engañadas por los hermanos Tate, que simulaban sentimientos hacia ellas antes de obligarlas «por actos de violencia física y de coerción psicológica» a la producción de películas pornográficas, explicaron los fiscales.
Tres de ellas presentaron una demanda civil.
En cuanto a los hechos de violación, fueron cometidos en dos ocasiones por uno de los sospechosos, según el Diicot.
Dos rumanas, que habían sido detenidas al mismo tiempo, también fueron acusadas. Se trata de una exagente de policía y de la novia de Andrew Tate.
Los dos hermanos, que afirman su inocencia, se encuentran desde finales de marzo en arresto domiciliario cerca de la capital Bucarest en el marco de este asunto, después de tres meses de detención preventiva.
Andrew Tate también es objeto de acusaciones de violencia sexual en el Reino Unido, por hechos que se remontan a 2013-2016.
Boxeador retirado, se dio a conocer como participante del programa de telerrealidad Big Brother (Gran Hermano) en Reino Unido en 2016, pero fue rápidamente expulsado del concurso tras difundirse un video en el que aparecía golpeando a una mujer.
Entonces se volvió hacia las redes sociales, donde se convirtió en una celebridad monetizando consejos para ayudar a hombres a hacerse ricos mientras hace gala de un ideario machista sin complejos.
Andrew Tate es uno de los nombres más buscados en Google.
Su perfil fue suspendido en el pasado en redes debido a sus declaraciones misóginas, pero su cuenta de Twitter, que actualmente cuenta con 5,5 millones de seguidores, le fue devuelta cuando el millonario Elon Musk compró la plataforma.