Sav Marafioti, de 17 años de edad, vivió una terrible experiencia luego de que un tiburón cobrizo lo atacó en el agua mientras surfeaba a unos 25 metros de la costa de Perth, Australia.
El tiburón tiró de la correa que sujetaba la tabla a la pierna del surfista y lo arrastró bajo el agua. Milagrosamente, el joven no presentó herida de consideración. «En momentos como ese solo puedes pensar en que no vas a poder salir vivo a menos que hagas algo», comentó Marafioti a 9News.
«Pensé que iba a morir, no sabía qué hacer, estaba estresado, gritando y todos se alejaban de mí», narró. El suurfista logró desatar la correa, deshacerse de la tabla y nadar hacia un compañero, que lo ayudó a llegar a la costa.
En la zona, frecuentada por surfistas, suelen monitorear a los tiburones pero el sistema está temporalmente fuera de servicio, por lo que tanto deportistas como bañistas nadan a ciegas. «Si ves algo, no importa si nada más crees que lo viste, es mejor informarlo a que alguien pierda la vida», dijo Marafioti para alentar a los visitantes de la playa a alertar sobre cualquier avistamiento.
«Manden un mensaje a sus amigos para decirles que los quieren, por si pasa algo», agregó. Aseguró que no practicará surf por un tiempo.
Tiburón cobrizo
El tiburón cobrizo o jaquetón cobre es una especie de elasmobranquio carcarriniforme de la familia Carcharhinidae que habita la mayor parte de los océanos del mundo con aguas cálidas o templadas.
Los tiburones cobrizos miden un promedio de 61 cm en el momento del nacimiento. Comúnmente llegan a la edad adulta con hasta 236,2 cm de longitud para machos y hasta 243,8 cm para hembras. El tamaño máximo registrado de un ejemplar de esta especie es de 292,1 cm. Los machos de esta especie suelen alcanzar los 13 años de edad, y las hembras 20 años.