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Tres problemas que sufre la piel a los 40 años

por Avatar GDA | El Universal | México

La piel es uno de los órganos que más cambios visibles sufre una vez llegado el envejecimiento. La prueba está en la flacidez y la pérdida de la densidad. Sin embargo, las modificaciones comienzan a los 30 años de edad con la aparición de las primeras líneas de expresión.

A los 35 años, el óvalo de la cara empieza a desdibujarse y el cuello a perder firmeza. Pero a los 40 años de edad ocurren las evidencias más significativas: la piel se reseca y disminuye su firmeza.

Jatziri Chávez, dermatóloga del Centro Dermatológico de Alta Especialidad, en México, señala otros problemas en el rostro comunes a esta edad.

Flacidez facial

La piel pierde elasticidad debido a la reducción del colágeno y a su adelgazamiento en un proceso conocido como atrofia de la dermis. Esta flacidez ocasiona una pérdida de tensión en el cuello, óvalo de la cara, mejillas y párpados.

Resequedad

Durante esa edad la mujer comienza a manifestar cambios hormonales, como una disminución en la producción de estrógenos y progesterona, que provocan que la piel se sienta mucho más seca y se vea menos luminosa.

«Este envejecimiento se produce en todas las capas de la piel. La primera es la epidermis y de ahí vamos a tener una pérdida de la barrera cutánea. Como este recambio celular se hace más lento, la estructura se pierde», dice la especialista.

Pérdida de densidad

Con el transcurso de los años la tonicidad y la grasa de la piel se pierden, lo que hace que ésta se cuelgue. A medida que el tiempo pasa, el colágeno y la elastina disminuyen, la renovación celular es más lenta, la piel pierde parte de su grosor y se debilita. «Cuando nosotros reposicionamos este volumen, la cara vuelve a verse juvenil», agrega.