La doctora María Isabel Vera, gerente médico en Abbott, Perú, señaló que la diabetes aumenta el riesgo de complicaciones y comorbilidades, así como el riesgo de padecer obesidad. Si los niveles de glucosa en sangre se mantienen elevados durante un largo periodo de tiempo, las personas que padecen diabetes tipo 2 pueden sufrir daños en los tejidos y órganos de su cuerpo. Esto, a su vez, puede provocar complicaciones de salud.
Entre las complicaciones se incluyen enfermedades cardiovasculares (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, enfermedad de las arterias coronarias); daños en los nervios, daños en los riñones y daños en los ojos que pueden llevar a la ceguera.
La buena noticia es que tanto el desarrollo de la diabetes así como la obesidad y sus complicaciones podrían ralentizarse o prevenirse mediante simples intervenciones en el estilo de vida. Entre ellos, la pérdida de peso, la reducción de calorías y el aumento de la actividad física.
¿Cómo cambiar la percepción de la nutrición?
“Más allá del tratamiento de estas afecciones, las intervenciones sobre el estilo de vida también pueden ayudar a reducir la diabetes y obesidad. Inculcar buenos hábitos pondrá a los niños en una senda saludable a medida que crecen. También puede ayudar a los adultos a cambiar de rumbo y evitar que desarrollen diabetes en el futuro”, señaló María Isabel Vera. La especialista brindó tres consejos para mantenerse lejos de la diabetes:
Tener un hábito de consumo equilibrado y basado en una pérdida de peso modesta pero persistente, para hacer frente a esta epidemia. Estos cambios en el estilo de vida implican la disminución de la ingesta de calorías y grasas saturadas. También incluye el aumento de la actividad física y la oferta de apoyo conductual y educación para convertir estos cambios en hábitos a largo plazo.
Ampliar los hábitos alimenticios mediante opciones de sustitución de comidas o tentempiés a través de suplementos nutricionales y batidos que están equilibrados. Los batidos ayudan a reducir la ingesta de grasas y carbohidratos, al tiempo que aumentan los niveles de proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Muchos estudios han demostrado que estas opciones nutricionales de sustitución de comidas pueden ayudar a las personas a mantener la pérdida de peso a largo plazo.
Realizar ejercicio de manera constante no solo permitirá minimizar el riesgo de sufrir de diabetes, sino también brindará una mejor capacidad física y tener un estado de salud más resistente ante otras enfermedades.