El olor del café caliente inunda la habitación. Sorbo a sorbo, aquella oscura bebida intenta con todas sus fuerzas llenarlo de energía, mientras que intenta concentrarse en darlo todo en un nuevo día.
Sin embargo, pareciera que la cafeína no actúa en su cuerpo y en vez de despertarse, siente que los ojos le pesan, la cabeza nublada y el cuerpo sin fuerza. Es como si el cansancio se apoderara de usted.
Es entonces cuando hace un recuento de su semana y se da cuenta de que no entiende por qué está así, si se ha alimentado bien y sobre todo si ha dormido lo suficiente como para poder recargar energías.
Pero ¿por qué sigue cansado?
Dormir, pero no descansar
Cuando nos acostamos a dormir, no siempre se tiene la garantía de que por ello podremos descansar. De hecho, muchas veces, a pesar de haber dormido entre siete y ocho horas, nuestro cuerpo de igual manera se siente como si hubiese corrido una maratón y la mente no es tan eficiente como nos gustaría.
Según la compañía de seguros de salud Bupa, el descanso es cualquier actividad que alivia, calma y regula el sistema nervioso. Y puede ser activa o pasiva.
Dormir es un proceso inmersivo y complejo que es vital para la salud de todos los tejidos y sistemas del cuerpo. No siempre que se duerme se descansa y no siempre que se descansa el sujeto debe estar dormido.
Ahora bien, de acuerdo con Antonio del Olmo, psicólogo, terapeuta gestáltico y creador del proceso corporal integrativo, en un artículo publicado por el medio La Vanguardia, existen diversas tensiones recurrentes que provocan cansancio crónico y se manifiestan de distintas formas.
A continuación, tres de estas tensiones que pueden afectar su descanso y, como consecuencia, el rendimiento en sus actividades diarias
- Tensión emocional
El estrés de una situación emocional difícil o bastante intensa puede provocar un fuerte agotamiento en su cuerpo y mente. Este puede relacionarse con emociones como la tristeza, el miedo y la ira.
- Tensión física
A la tensión emocional se le puede sumar la tensión física. De hecho, no solo los esfuerzos físicos pueden generar un gran agotamiento, sino que el estrés emocional también puede tener repercusiones en el estado del cuerpo.
- Tensión sensorial
El acelerado desarrollo de las tecnologías digitales ha despertado en el mundo grandes debates debido al impacto que suele tener en la vida del ser humano. Un ejemplo de ello es el sueño y el descanso, dos elementos que se han visto afectados por la intervención de ciertos dispositivos electrónicos.
Según Olmo, las nuevas tecnologías, el uso de dispositivos en la noche y la contaminación acústica podría afectar los patrones de sueño que en principio deben lograr que los sujetos descansen.