Se dice que los 40 son los nuevos 20 y las mujeres pueden gozar la mejor etapa de sus vidas si deciden cuidarse y prepararse para cuando llegue este momento porque se encuentran en una edad donde acumularon experiencia vital y alcanzaron niveles de productividad y motivación que les permite sentirse plenos. Pero hay algo que sucede en su cuerpo después de los 40: el cambio de metabolismo.
Las necesidades nutricionales y físicas cambian a esta edad. El metabolismo se vuelve más lento. Esto quiere decir que aunque hagan la misma actividad, la energía tardará más en consumirse y el cuerpo no podrá quemar la misma cantidad de calorías.
Después de esa edad hay una desaceleración en la producción de hormonas en el cuerpo de las mujeres. Se dice que los niveles de velocidad del metabolismo se vuelven más lentos y la acumulación de grasa es más fácil. Esto hace que gane peso rápidamente.
“Los niveles hormonales de las mujeres disminuyen, tanto el estrógeno como la tiroxina. No obstante, el nivel de insulina se incrementa. Esta combinación hace que la mujer tenga mayor apetito y que, a medida que coma más, queme menos calorías y aumente de peso. Generalmente se produce alrededor del vientre”, aseguró Claudia Raful, nutricionista clínica.
El metabolismo y las emociones
La salud emocional durante el cambio de metabolismo es de suma importancia para la aceptación de un proceso que es totalmente natural. “Lo mejor es que se tome con responsabilidad este cambio. Porque es parte del proceso de la vida de toda mujer”, aconseja Claudia Raful.
De acuerdo con Raful, el uso de terapia emocional en el proceso es necesario para que acepten su realidad después de los 40 y se sientan mejor consigo mismas.
Nutrición
Si el metabolismo de una mujer cambia, sus necesidades nutritivas también. Lo que comen las mujeres después de los 40 es aún más importante, pues necesitan más proteínas, vitaminas y minerales que carbohidratos y grasas.
“Debido a que la producción de estrógeno disminuye al llegar a los 40, tus huesos tendrán mayor dificultad para absorber el calcio de los alimentos por lo que aumenta el riesgo de padecer osteoporosis y otras enfermedades que pueden generar secuelas en el futuro”, afirmó Raful para revista Ella.
Actividad física
Claudia Raful recomendó ejercicios cardiovasculares aeróbicos y de tonificación, como caminatas, spinning, yoga, pilates, natación, entre otros. Estos ayudan a controlar los niveles de grasa y a mantener el tono muscular que se pierde por el cambio hormonal.
Además, la experta también dio algunos consejos como:
Consumir vitamina B12
La vitamina B12, al igual que el resto del complejo B, es importante para el metabolismo de proteínas. El consumo de estas vitaminas ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre y a mantener el sistema nervioso central.
Más antioxidantes
Los antioxidantes son de vital importancia para eliminar las toxinas, neutralizar los radicales libres y purificar la sangre y la piel, retrasando el proceso de envejecimiento. Incluye en tu dieta pimientos, moras, fresas, brócoli, té verde y chocolate amargo.
Aumentar el consumo de calcio
La ausencia de calcio contribuye de manera considerable con la disminución de la densidad ósea y un alto índice de fracturas. Lo ideal es consumir alrededor de 1.000 miligramos de calcio al día con alimentos como lácteos y el yogur natural.
Más proteínas
A medida que se envejece, la masa muscular disminuye. Por lo tanto, al llegar a los 40 se debe aumentar el consumo de proteína.
Reducir el consumo de sodio
Se debe disminuir el consumo de sal, alimentos enlatados y comidas rápidas porque pueden producir retención de líquidos.