Cita: “todo lo que podemos preveer debemos preveerlo” (radio). Comentario: El verbo prever, ‘ver antes’, derivado de ver, se escribe con una sola e al final. En consecuencia, la frase de este entrevistado debió ser “Todo lo que podemos prever debemos preverlo”. El error puede deberse a una confusión con el verbo proveer, ‘suministrar’, que sí tiene doble e.
La doble e de ver quedó en la evolución del idioma en el sustantivo veedor, ‘inspector’, ‘visitador’, ‘observador’, pero desapareció de sus demás derivados. El antiguo verbo seer derivó en el actual ser, seré, serás, serán… Conservan la doble e los verbos creer, poseer, leer y sus derivados, mientras que reembolsar, reemplazar, reencauchar, reencontrar admiten también las formas rembolsar, remplazar, rencauchar, rencontrar.
Rocíese
Cita: “Rocéese un poco de alcohol» (televisión). Comentario: Esta recomendación de una presentadora de TV toma como infinitivo el verbo rocear, cuyo imperativo sería el que usó, «rocéese”. El problema es que tal infinitivo no existe. El verbo correcto es rociar, de rocío, ‘esparcir gotas menudas de un líquido’. El imperativo de este verbo es rocíe, que con el pronombre enclítico queda rocíese.
Semanas atrás
Cita: “Hace unas semanas atrás” (radio). Comentario: Esta locución, que está haciendo carrera, es claramente redundante. Basta decir “hace unas semanas” o “unas semanas atrás”, sin necesidad de juntar las dos expresiones breves en una larga.
Vaso de agua
Cita: “¿Qué se toma uno en el bar? ¿Un vaso con agua?” (radio). Comentario: No es posible tomarse un vaso con agua. Ni sin agua. Un vaso no se puede tomar, en el sentido de ‘beber’. En todo caso se puede tomar, en el sentido de ‘coger’ o ‘asir’. Lo que quiso decir, sin embargo, el comentarista radial fue “un vaso de agua”, así como habría dicho “un vaso de vino”, “una copa de brandi” o “una jarra de cerveza”, pues a lo que se quiso referir fue al contenido, es decir, a la cantidad, y no al continente, el vaso.
La falsa corrección “No diga un vaso de agua, porque el vaso no es de agua, sino de vidrio” es tan frecuente como absurda. La preposición de, en estos casos, significa ‘cantidad de líquido que cabe en’. Se usa sin mayores prevenciones en “un barril de cerveza”, “un balde de agua”, “una botella de leche”, “una copa de champaña”, pero se condena sin razón en la expresión “un vaso de agua”, que es tan correcta que figura al menos tres veces en el DLE: en la acepción 5 de la preposición de, en la 3 del sustantivo vaso y en la locución ahogarse uno en un vaso de agua.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional