Hace unos días, se conoció la sentencia de cárcel para Adamo Canto. Se trata del ladrón que trabajaba en el Palacio de Buckingham. En pocos meses terminó llevándose hasta 77 objetos de gran valor, incluyendo cosas del príncipe Andrés.
El robo hubiera pasado sin pena ni gloria de no haberse encontrado entre los objetos un celular que había pertenecido al príncipe Andrés. Al conocerse esto, se dispararon todo tipo de especulaciones, ya que se desconoce si el contenido del smartphone tiene relacióncon el fallecido pedófilo Epstein.
En caso de que esto fuera así, complicaría ante la opinión pública y ante la justicia estadounidense al príncipe Andrés. Es en esos tribunales donde solicitan su presencia para que colabore con la causa de abuso sexual de menores.
Canto, ahora condenado a ocho meses de cárcel, era un exasistente de catering del Palacio que aprovechó la pandemia para hacerse de un botín de 77 objetos pertenecientes a la familia real: joyas, relojes, fotografías oficiales firmadas por los duques de Cambridge y un teléfono que Samsung había diseñado a gusto del duque de York.
Si bien para la monarquía el valor de unos cien mil dólares de los objetos resulta irrelevante, lo que sí disparó las alarmas es el hecho de no saber si el contenido del teléfono robado fue difundido o transferido a otro dispositivo. Y, en todo caso, si fue extraído como posible extorsión a futuro.