La obesidad casi se ha triplicado a nivel mundial desde 1975 y con ella han aumentado los problemas de salud como la diabetes, las enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer. Al mismo tiempo, se registran tasas elevadas de desnutrición, carencias de micronutrientes y retraso del crecimiento.
Este escenario complejo y contradictorio, nos lleva a preguntarnos: ¿existe una dieta adecuada?, ¿de qué forma podemos lograrla? Pudiéramos pensar que nuestra forma de alimentarnos es una simple decisión personal, sin mayores repercusiones para nuestro entorno y para el mundo, pero eso no es cierto.
Nos encontramos frente a una necesidad imperiosa de transformar nuestra manera de comer y de producir los alimentos. La FAO recomienda la adopción de una dieta saludable y sostenible.
Dieta que promueve la salud
La dieta saludable y sostenible tiene patrones alimentarios que promueven la salud y el bienestar de las personas. Este tipo de dietas tiene un bajo impacto ambiental, son accesibles, seguras y equitativas, son culturalmente aceptables. Es decir, van mucho más allá de la nutrición individual.
Los objetivos de estas dietas son lograr un crecimiento y desarrollo óptimo de todos los individuos y apoyar el funcionamiento y el bienestar físico, mental y social en todas las etapas de la vida de las generaciones presentes y futuras; contribuir a la prevención de la malnutrición en todas sus formas (es decir, desnutrición, deficiencia de micronutrientes, sobrepeso y obesidad); reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación; y apoyar la preservación de la biodiversidad y la salud del planeta.
Nuestro cuerpo y el planeta reclaman más consciencia a la hora de alimentarnos.
A continuación, algunos tips que te ayudarán a lograr una dieta más saludable y sostenible:
- Tener una alimentación basada principalmente en alimentos de origen vegetal.
- Consumir más productos locales y de temporada.
- Aumentar el consumo de leguminosas como fuente de proteína vegetal.
- Reducir el desperdicio de alimentos planificando las comidas.
- Consumir pescado de reservas sostenibles.
- Reducir el consumo de carne roja y procesada.
- Evitar alimentos altamente procesados y bebidas azucaradas.