Todos padecemos de vez en cuando molestias en el aparato digestivo. Se tratan con medicamentos, como los protectores estomacales, pero si no se complementa con la comida conveniente la mejoría tarda en llegar.
El doctor Fernando Luca de Tena, especialista en aparato digestivo del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas de Madrid, da las pautas de alimentación para cada dolencia, reseñó Panorama.
La gastritis
Cuando el revestimiento del estómago se inflama a causa de algunos medicamentos o alimentos fuertes se produce un dolor intermitente y agudo que de forma momentánea se calma cuando comemos algo.
“Hay alimentos que nos quitan las molestias y luego, al cabo de hora y media, se reactiva el dolor. Y esto es porque los alimentos suben el PH del estómago y entonces baja la acidez. Ante esto, el estómago responde con un aumento de la secreción de ácidos para que el PH del estómago vuelva a descender”, explicó el doctor.
Lo fundamental: una dieta sin ácidos. Hay que evitar comidas elaboradas y contundentes porque estimulan la secreción ácida y agrava las molestias.
La leche, que un principio puede dar sensación de bienestar. Sin embargo, poco después provoca un efecto rebote y por tanto más acidez y molestias. Esto a causa de la concentración de proteínas y calcio.
Nada de verduras y frutas, especialmente la manzana. No son aconsejables en la gastritis porque son más difíciles de digerir.
Se debe descartar el pan, sobre todo tostado y de molde, provoca mucha acidez.
Por el contrario, se recomienda una dieta suave como carne magra a la plancha o pescado al horno. Nunca rebozados. El arroz blanco, patata cocida o pasta sin salsas son ideales. Las bebidas de cola, aunque tengan gas, suelen calmar el dolor, recomienda el doctor.
Reflujo y ardores
El reflujo o acidez estomacal provoca una sensación de ardor en el esófago que sube hasta la garganta y la boca.
Se produce porque la válvula que separa el esófago del estómago, el cardias, en lugar de cerrarse inmediatamente después de que entre el alimento en el estómago se queda abierta y permite que el ácido suba por el esófago produciendo una sensación de irritación.
Es una sensación que se produce normalmente después de comer en exceso y que puede empeorar si la persona se inclina o recuesta. Así como en situaciones concretas de estrés o de embarazo.
“En este caso no podemos tomar picantes, ni tomate frito, ni embutidos, ni encurtidos, ni alcohol, ni grasas animales, rebozados o tabaco”, destacó.
De igual manera, las carnes y pescados al horno, cocidos o a la plancha con pastas sin salsas, patatas cocidas y verduras son la mejor opción.
Vómitos y diarreas
Los vómitos y diarreas producidos puntualmente por una indigestión deben ser tratadas con hidratación y dieta líquida absoluta en principio y luego blanda.
“No se espera el tiempo conveniente de 24 o 48 horas sin comer, solo con hidratación. Y esto provoca que el malestar se vuelva a producir”, apuntó Luca de Tena.
Lo conveniente es esperar uno o dos días, solo a base de agua. Posteriormente se puede ir introduciendo infusiones, pan tostado para desayunar con muy poco aceite y un poco de jamón, y luego dieta blanda a base de arroz, patata y pasta.
“En el caso de los vómitos, es bueno tomar un alcalino como el aloe vera. Las bebidas de cola también hidratan y suavizan las molestias”, añadió el experto.
Gases, estreñimiento e, incluso, piedras en la vesícula
Los gases. Un problema digestivo que puede aparecer a diario. “Antes no venía nadie a consulta por este problema, ahora la gran mayoría viene por la hinchazón y otras molestias que causas los gases”, señaló.
Los gases en los intestinos se originan por el aire que se traga y por los alimentos, por unos más que otros. Ayuda evitar las bebidas con gas, tomar agua con frecuencia, comer despacio y eludir productos lácteos si existe intolerancia a la lactosa.
“Recomendamos dietas bajas en comidas flatulentas, evitando alimentos como la coliflor, el repollo, las legumbres…y comidas muy elaboradas, como un cocido. Además de retirar el alcohol”, señala el doctor Luca de Tena.
El estreñimiento es un problema que responde a diferentes causas y por eso la dieta puede variar. “En general, la alimentación debe ser rica en fibra (verduras, hortalizas y frutas y legumbres), además de unos dos litros de líquido, sobre todo agua, al día y evitar alimentos que estriñen como un consumo frecuente de carnes o quesos.
Y otra de las dolencias que se producen, sobre todo en las mujeres a causa de los embarazos, son las piedras en la vesícula. Un problema que suele requerir una operación quirúrgica y para el están prohibidos la grasa animal, las mayonesas, los cítricos o los rebozados.
Alimentos permitidos y restringidos que ayudan a aliviar las distintas molestias digestivas.
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