[PSICOLOGÍA] Cinco recomendaciones para la convivencia en cuarentena

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La cuarentena ha significado un cambio radical en la vida de todos, cambios intempestivos de planes, paralización de actividades, suspensión de eventos de alta relevancia y graves consecuencias económicas a escala mundial. Con toda esta incertidumbre, por los momentos, solo tenemos una cosa segura: la convivencia en casa.

Aquellos que estaban acostumbrados a una rutina diaria, y que solo tenían tiempo para ver a sus familiares en la mañana al desayunar y en la noche al llegar del trabajo, ahora se enfrentan con una realidad completamente opuesta: tener que convivir, día, tarde y noche, con sus seres queridos o compañeros de habitación.

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Para algunos, compartir en casa con familiares, amigos o compañeros de cuarto es una experiencia única y agradable. Algo que no habían vivido antes, al menos no con tanta frecuencia. Pero para otros, la convivencia continuada y prolongada puede ser motivo de desesperación y peleas frecuentes.

No porque no quieran a sus seres queridos, sino porque no están acostumbrados a compartir tanto tiempo en la misma casa.

Las discusiones, malos entendidos y peleas en confinamiento son comprensibles y normales. Esto se debe a que el ser humano tiende a imponer sus ideas de lo que cree que es más adecuado para proteger el territorio en el cual habita, y cuando estas ideas se ven amenazadas por perspectivas diferentes, la reacción más natural es el desacuerdo y la discusión.

Nos enfrentamos a una situación novedosa: tenemos que convivir por un tiempo indefinido bajo un mismo techo con nuestros allegados. A continuación, se presentan cinco recomendaciones para sobrellevar la convivencia en cuarentena de una forma óptima y civilizada.

Juntos, pero no revueltos

Cada miembro del hogar debe tener momentos de privacidad y actividades individuales para fomentar la independencia y la toma de decisiones personales. La convivencia continuada no es sinónimo de tener que hacer todo juntos.

Si bien deben existir actividades en familia (ver una película en la sala, juegos de mesa, cocina colaborativa), esto no aplica todos los días, a todas horas del día. El espacio personal es crucial en cuarentena.

El ocio aumenta la frecuencia de las discusiones

Una mente ocupada no tiene tiempo para discutir; es por esto que se recomienda realizar un mínimo de dos actividades productivas por día para mantener nuestra energía enfocada en prácticas significativas.

El ocio, por su parte, puede disparar la ansiedad y profundos estados de ánimo como la tristeza y la ira, haciendo más factible que se inicien peleas y discusiones en casa.

Cargas compartidas

La sobrecarga de tareas del hogar para solo uno o dos miembros de la familia no es justa. La cuarentena de por sí ya es lo suficientemente complicada como para dejar toda la responsabilidad del hogar a una sola persona.

Es por esto que debemos unirnos como familia, ser justos y repartir las tareas de manera equitativa. De esta forma no solo se está ayudando a aligerar la carga, sino que también se fortalece el vínculo de convivencia entre todos los miembros del hogar.

Expresión de sentimientos

En este tiempo de cuarentena es lógico que las personas que conviven bajo nuestro mismo techo tengan diferentes opiniones, tomen decisiones que no sean de nuestro agrado o que hagan ciertas cosas que puedan molestarnos. Cuando esto ocurra, expresa tus sentimientos de una forma respetuosa y asertiva.

Reprimir lo que queremos decir solo perjudica nuestra tranquilidad, y nos hace más propensos a tener explosiones de ira más adelante, por permitir la acumulación de cosas por decir. Exprésate, pero siempre con el objetivo de mejorar la situación en el hogar, no de pelear.

Comprensión

Recordemos que ante una emergencia mundial, tal como lo es una pandemia, todos tenemos diferentes formas de reaccionar y poseemos distintos métodos de afrontamiento a la adversidad. Es por esta razón que no debemos imponer nuestra posición a los demás, especialmente a aquellos que están viviendo con nosotros. Si alguien desea llorar, déjalo llorar.

Si una persona desea pasar un tiempo privado en su habitación, entonces compréndelo y no lo obligues a salir de inmediato, dale tiempo. El entendimiento mutuo es esencial, y siempre y cuando nuestros métodos de afrontamiento y los de nuestros seres queridos no sean perjudiciales debemos permitir que cada quien se exprese a su manera, recordando siempre las normas de convivencia y la correcta actuación ante la pandemia que enfrentamos.

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