El príncipe Harry perdió un recurso para impugnar la decisión del gobierno británico de dejar de dar protección policial al hijo menor de Carlos III cuando esté en el Reino Unido, según decisión de la justicia británica publicada este martes.
Harry, duque de Sussex, y su esposa Meghan perdieron la protección policial a costo del contribuyente cuando decidieron abandonar su trabajo como miembros de la familia real británica en 2020.
La pareja, que vive en California, tiene su propio equipo de protección privada en Estados Unidos.
Pero Harry afirma que su personal no cuenta con jurisdicción ni con acceso a información de inteligencia para mantener segura a su familia en suelo británico.
El príncipe apeló la decisión del Ministerio del Interior, que le negó la posibilidad de pagar con sus fondos la seguridad en el Reino Unido.
Este martes el juez a cargo del caso cerró la puerta a más litigios.
Los abogados del Ministerio del Interior argumentaron en una audiencia a mediados de mayo que no es «apropiado» que personas acaudaladas como el príncipe Harry compren protección policial. Menos si esta puede incluir a personal armado. Recordaron que ya se tomó una decisión de que el «interés público no amerita» que reciban protección especial con financiamiento público.
La cuestión de su seguridad volvió a la palestra a mediados de este mes, cuando fotógrafos persiguieron al príncipe y su esposa en auto por las calles de Nueva York.
El incidente dio lugar a versiones contradictorias, pero una fuente cercana a la pareja afirma que eta «persecución» pudo ser «catastrófica».