Luego de Navidad queda poco para que termine el 2022 y cada uno traiga sus rituales de Nochevieja, entre los que está comer 12 uvas en Año Nuevo, una tradición que tiene su raíz en España.
Aunque no hay un consenso específico sobre el origen histórico de esta tradición, sí está claro que las 12 frutas consumidas representan a los meses del año, en lo que es un deseo de buenaventura para ese período. En este sentido, cada uva representa a su vez un deseo para el período entrante, aunque como es costumbre en este tipo de pedidos, no deben verbalizarse.
Pero el ritual también tiene algo de desafío. La tradición sostiene que las 12 uvas —con pensamiento de deseos incluidos— deben ser consumidas en un minuto. Una tarea nada sencilla pero que para muchos garantiza buena suerte en todo lo que se ha pedido. Según diferentes fuentes, parte de la asociación entre esta fruta y la fortuna comenzó en Alicante en 1909. Ese año, tras una gran cosecha, se las vendió más baratas como “uvas de la suerte”. Varios los guardaron especialmente para consumir en la última cena del año.
Por otra parte, desde la BBC recuerdan las palabras el periodista estadounidense Jeff Koehler, autor de un libro sobre el país europeo. El experto cuenta que el ritual se remonta a la década de 1880. El autor recuerda que la clase burguesa española, imitando a la francesa, celebraba por entonces el Año nuevo comiendo uvas y tomando vino espumante.
“Poco tiempo después, esta costumbre la adoptaron ciertos madrileños que iban a la Puerta del Sol para oír las campanas de la medianoche. Muy probablemente lo hacían con ironía o como burla. Imitaban comer uvas al igual que la clase alta”, escribió Koehler en un artículo para la radio pública de los Estados Unidos, la NPR.