Las latas de conserva son el recurso rápido y sano para comer verduras o pescado. Preparar una ensalada de bonito con maíz o abrir una lata de alcachofas es uno de los recursos más utilizados para las comidas o cenas sin importar la época del año. Sin embargo, en ocasiones solo se comen una parte de ellas y el resto se tienden a guardar en la nevera en el mismo envase de metal. ¿Qué dicen los expertos sobre esta práctica?
Carl Batt, un microbiólogo de alimentos de la Universidad de Cornell, afirma que la filtración de residuos de plástico o metal en la lata no debería suponer un gran problema de salud. Sin embargo, una lata abierta y guardada en la nevera puede afectar al sabor del alimento, dándole un sabor metálico. Esto suelo ocurrir en las latas de los alimentos más ácidos, como los zumos de frutas y los tomates. Esta es la verdadera razón por la que no se deben mantener las latas abiertas en el refrigerador.
Recomendaciones
- Lave o limpie la parte superior del recipiente antes de abrirlo. Esto evitará que cualquier bacteria entre en la comida abierta.
- Use un abrelatas limpio. Asegúrese de lavar el abridor después de usarlo y de que no se oxide.
- Lávese las manos con agua tibia y jabón antes de manipular el contenido de la lata.
- Asegúrese de que las superficies sobre las que preparará la comida y los utensilios que utilice estén limpios.
- Mantenga sus alimentos enlatados sin abrir a temperatura ambiente, idealmente en la alacena.
- Si al abrir la lata hay un olor desagradable o inusual, si el contenido tiene un olor o color inusual, o si nota que el interior de un recipiente de metal (o tapa) está oxidado, lo mejor es desechar el contenido.
- Los expertos recomiendan no almacenar los restos en la lata sino pasarlos a un recipiente con tapa
- Una vez abiertos, los alimentos enlatados suelen ser muy perecederos
- Si es posible, etiquete el recipiente con la fecha en que se almacenó.