Para mantener la salud bucal es recomendable comer de manera inteligente. Las frutas, verduras, hierbas y especias son la principal fuente de flavonoides en la dieta. Las propiedades antimicrobianas, antioxidantes y antiinflamatorias de estos flavonoides y el papel que pueden desempeñar en la prevención de la enfermedad periodontal son cada vez más claras.
Afuera la periodontitis y el mal olor
Con un estimado de 743 millones de personas afectadas, la periodontitis es una importante carga de salud mundial. La condición generalmente se inicia por una biopelícula bacteriana resultante de una mala higiene bucal y la destrucción del tejido periodontal blando y duro. Esto también se ha relacionado con enfermedades sistémicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Una dieta saludable es un factor bien conocido en la prevención y el manejo de la periodontitis, pero hay un grupo de productos químicos completamente orgánicos que podrían desempeñar un papel más importante de lo que se suponía anteriormente: los polifenoles.
La salud periodontal está influenciada por los hábitos de higiene bucal, factores genéticos y salud sistémica. En los últimos años ha crecido el interés académico en la nutrición como forma para mantener las bocas saludables y prevenir la periodontitis. Por ejemplo, varios estudios han demostrado una correlación entre la salud oral y la ingesta de alimentos ricos en vitamina C. Los compuestos en frutas y verduras que benefician la salud oral se denominan polifenoles, y sus beneficios en el campo dental apenas comienzan a notarse.
¿Qué son los polifenoles?
Los polifenoles son compuestos orgánicos de plantas que las protegen contra agentes causantes de enfermedades, como hongos, bacterias y virus. Son abundantes en semillas, hojas y otros alimentos derivados de plantas, y son conocidos por sus propiedades promotoras de la salud. Además, los polifenoles de la dieta están asociados con un menor riesgo de enfermedades inflamatorias y crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer y afecciones neurodegenerativas. Los polifenoles se pueden dividir en muchas subcategorías diferentes, de los cuales los taninos, los complejos de lignina-carbohidrato y los flavonoides son algunos ejemplos.
Antioxidantes potentes y naturales
Los flavonoides dietéticos se estudian por sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias naturales y por su reputación como poderosos antioxidantes naturales. Esta actividad antioxidante de los polifenoles puede neutralizar los radicales libres y puede reducir o incluso ayudar a prevenir parte del daño que causan. Evidencia considerable indica que el aumento del daño oxidativo está asociado con el desarrollo de la mayoría de las enfermedades degenerativas e inflamatorias relacionadas con la edad, y que los polifenoles podrían desempeñar un papel importante en la prevención de estas afecciones.
Té verde, chocolate, canela y frutas
Las fuentes de flavonoides y antioxidantes pueden ser las frutas, verduras, hierbas, chocolate negro, aceitunas y especias como la curcumina, la canela y el anís. En particular, el té verde ha demostrado ejercer importantes actividades antioxidantes y antibacterianas en pequeños ensayos clínicos.
Polifenoles y salud bucal
El papel de los nutrientes de la dieta en la salud oral generalmente se ha estudiado desde una perspectiva negativa. Por ejemplo: cómo los azúcares y otros carbohidratos pueden promover la caries dental y el sangrado gingival. El metabolismo fermentativo de los carbohidratos produce la liberación de ácidos que disuelven los minerales de los dientes; en consecuencia, el alto consumo se asocia con una mayor prevalencia de enfermedad periodontal. Es importante consumir la menor cantidad de azúcares añadidos, pero incorporar conscientemente los polifenoles en las dietas diarias puede beneficiar al microbioma oral.
Estos microorganismos están naturalmente en un estado de equilibrio, pero cuando las bacterias patógenas ganan ventaja, un estado llamado disbiosis, pueden desarrollarse enfermedades orales. Afortunadamente, los estudios in vitro e in vivo demostraron que los polifenoles de la dieta son capaces de atacar a los patógenos orales y mejorar la composición del microbioma oral. También se encontró que tienen un impacto beneficioso en la profundidad de sondeo, el índice gingival y el nivel de inserción clínica, indicadores de la gravedad de la periodontitis.
En consecuencia, ciertos flavonoides dietéticos ya se utilizan en la práctica clínica.