Muchas personas aprovechan las vacaciones para ir a la playa o a la piscina con un niño pequeño. Por ello, es recomendable tener en cuenta estos consejos para que estén bien protegidos.
- Bebés, pero no tanto
No se recomienda llevar a la playa a menores de seis meses. Su piel es muy sensible ante los rayos solares y su sistema termorregulador no se ha desarrollado completamente, lo que puede producir insolación.
2. Infantes seguros
Hasta los tres años no es aconsejable la exposición directa al sol de un niño pequeño en la playa. Es fundamental mantener a los niños en espacios frescos, bajo sombra y con una ropa de baño manga larga y sombrero.
3. Cuidar los ojos
Se recomienda colocarles lentes de sol que absorban los rayos y filtren la intensidad luminosa.
4. ¿Qué se debe preparar?
Las barras energéticas y frutas como la patilla, la mandarina o el melón te ayudarán a mantenerlo hidratado. Si se desea llevar alimentos preparados en casa, se deben guardar en heladeras portátiles para impedir su descomposición.
5. Nada de alimentos expuestos al sol
No se deben comprar alimentos que estén expuestos al sol, ya que las bacterias, virus y toxinas tienden a incrementarse con el calor y ocasionar enfermedades o malestares gastrointestinales, como diarreas, vómitos y náuseas.
6. Siempre hidratados
Los niños son más propensos a deshidratarse en temporadas de calor. Por ese motivo se les debe dar agua o jugo de frutas en todo momento. Como están entretenidos, no suelen pedir líquidos; sin embargo, se debe hacer que los ingieran.
7. Cuidado con la hora
Evitar que tengan contacto con el sol desde las 10:00 am a las 4:00 pm. Resulta que durante este período, incide en la tierra la mayor cantidad de rayos solares. Tampoco se debe confiar en los días nublados, pues las nubes dejan pasar la radiación UV.
8. El bloqueador es un aliado
La FDA, ente regulador de la administración de medicamentos y alimentos de Estados Unidos, sugiere que se debe aplicarles fotoprotector FPS mayor o igual a 50.
Esta acción debe aplicarse media hora antes de llegar a la playa o piscina y, luego cada dos horas o después de secarlos con la toalla.