La supermodelo Linda Evangelista, de 56 años, está «irreconocible» después de haber quedado «brutalmente desfigurada» a consecuencia de un tratamiento médico estético, según explicó ella misma en su cuenta de Instagram.
Linda Evangelista denuncia haber quedado «permanentemente deforme», después de que la criolipolisis (una intervención para reducir grasa) a la que se sometió surtiera el efecto contrario, explica en un comunicado que titula «La verdad, mi historia».
Evangelista explicó el jueves en su red social, con más de 900.000 seguidores, por qué había desaparecido de la escena pública y no había vuelto a las pasarelas como muchas de sus compañeras, las míticas «top models» de los 90, entre ellas Claudia Schiffer o Cindy Crawford.
La razón: «he sido brutalmente desfigurada por el procedimiento CoolSculpting de Zeltiq, que hizo lo opuesto a lo que había prometido», explica.
«Aumentó mis células grasas en vez de disminuirlas y me ha dejado permanentemente deformada incluso tras someterme a dos dolorosas cirugías correctoras, sin éxito. Me he quedado, como han dicho algunos medios, ‘irreconocible'», añadió.
«He desarrollado hiperplasia adiposa paradójica, o HAP», explicó Evangelista, «un riesgo del que no se me había informado antes del procedimiento».
La supermodelo afirmó que la hiperplasia no solo destruyó su manera de vivir, sino que además la sumió en una profunda depresión. «Estoy en un ciclo de profunda depresión, honda tristeza, y en las más bajas cotas de autodesprecio. Me he convertido en una reclusa».
Con esta denuncia, concluye en el comunicado, «intento librarme de mi vergüenza y hacer pública mi historia. Me gustaría salir por la puerta de mi casa con la cabeza bien alta, a pesar de que ya no me parezco a mí misma».
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