Todas las relaciones tienen su propio manual de instrucciones y la del humano con su perro no es la excepción. Mariel Calderón Álvarez ha entrenado perros por más de 25 años y ha visto cómo la ilusión de tener un cachorro es muy diferente a la realidad cuando llega ese adorable cachorro al hogar.
Tener una relación saludable con tu cachorro va a depender de muchos factores. Entre ellos, el tiempo que tengas para dedicarle, el apoyo que tengas de amistades y familiares, tus expectativas y entendimiento de las etapas del perro y la disciplina que tengas para criar a ese cachorro, explica Calderón Álvarez.
Hay que recordar que los cachorros llegan a este mundo con su propio instinto y su genética. En su estado natural ellos ladran para comunicarse, hacen sus necesidades cuando sientan hacerlas y, al no tener manos, muerden cuando quieren agarrar algo. A esto añádele los instintos que trae cada raza genéticamente. «Como humanos, esperamos que ese ser salvaje de naturaleza, se adapte a nuestra vida y nuestras reglas en las primeras semanas de haber llegado a nuestros hogares», dice.
A continuación, cinco maneras de tener una relación saludable con tu cachorro
1. Busca información
Mariel Calderón Álvarez recomienda leer libros de entrenamiento, ver videos y hablar con diferentes entrenadores de perros. También hablar con amistades que hayan tenido perros y crear un grupo de apoyo en donde puedan compartir consejos.
2. Las reglas claras
Desde el primer día que tu cachorro llega a casa, las reglas deben ser claras. Si de adulto no lo quieres durmiendo en la cama o el sofá, no se lo permitas de cachorro. Los perros son animales de costumbre y son muy persistentes. Una vez se acostumbren a una rutina, toma tiempo y trabajo romperla.
3. Crea una rutina
Una de las situaciones que más frustra a los guardianes nuevos es la rutina de hacer sus necesidades en un lugar específico. Para esto es importante que levantarse temprano todos los días (5:00 am – 6:00 am) y llevarlo a hacer sus necesidades donde te interesa. «A partir de los tres meses es cuando los cachorros tienen la capacidad de aguantar las ganas de ir al baño y que los cachorros hacen sus necesidades después de cada acción en su vida. Así que, sácalo al baño cada hora y cada vez que se levante, después de jugar, después de comer, etc. Hasta que veas que es consistente».
4. Enséñale un truco nuevo todas las semanas
¡A los perros les encanta aprender! Además, el entrenamiento crea una relación especial entre el perro y el humano. Haz una lista de los trucos que te gustaría que tu perro aprenda y todas las semanas enfócate en enseñarle uno nuevo.
5. Acostúmbralo a su jaula
La jaula para los perros no es otra cosa que un espacio en donde pueden sentirse seguros y donde pueden descansar sin que otros animales o personas lo molesten. En su estado natural, los animales buscan meterse en cuevas o debajo de carros para sentirse protegidos. «No estoy diciendo que debes encerrar un perro en una jaula por horas y horas. Si acostumbras a tu perro a usar la jaula desde joven, en el momento en que lo tengas que llevar al veterinario o lo tengas que dejar en el hotel de perros, su jaula va a ser el lugar en donde más seguro se va a sentir en ese nuevo ambiente. Además, evitas que se meta en problemas y puede acelerar el proceso de entrenamiento para ir al baño».
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